Búscome ha querido reiniciar las demandas públicas denunciado lo que es un tema grave para una democracia que ya había sentado las bases de una sociedad diversa, igualitaria y ajustada a unos valores aprobados en un pacto constitucional, educativo y legislativo, avalado por todos los partidos políticos, es decir, la implantación del PIN Parental, que no es más que el veto a trabajar todo aquello a lo que ideológicamente Vox tiene animadversión. Estamos hablando de la lucha contra la violencia de género o la educación sexual, por ejemplo.
Con la excusa de la libertad de las familias para elegir la educación de sus hijos e hijas, una libertad que se refiere exclusivamente a la elección de centro o a cursar la asignatura de religión, Vox está rompiendo el modelo educativo que es troncal. La misma LOMCE así como todas las demás leyes educativas establecen como norma la enseñanza de materias complementarias para la formación integral del alumnado. Una formación que es aprobada en los claustros y en los consejos escolares, donde la familia tiene representación, y que se incluye en las programaciones gererales anuales de cada centro educativo.
Búscome pide, tras comprobar que el Gobierno de Vox ha caído en la bajeza de negar la violencia de género con el circo de los minutos de silencio y la verborrea de la violencia intrafamiliar, al sacar adelante la propuesta de Vox de manifestarse cada vez que exista un asesinato y por tanto anular el objetivo de concentrarse por los crímenes machistas, que no era otra cosa que plantarle cara al patriarcado, con tal de aprobar los presupuestos, que esta vez no ceda a la propuesta del PIN parental. No tenemos competencias en educación, pero el simple hecho de cuestionar la impecable labor que se realiza en los centros educativos es producto de alarma social.
Es una intromisión educativa y una manera de influir, condicionar y fiscalizar la educación pública y el trabajo del profesorado. Sin contar con el peligro que supone que quienes se dediquen a la docencia se sientan cuestionados y con miedo a enseñar valores que hacen ser mejores personas.
Búscome concluye pidiendo que, en el caso de que salga aprobada la propuesta del PIN parental la próxima semana en Ceuta, existan movilizaciones de los agentes implicados con la educación, con el objetivo de frenar a la ultraderecha y a quienes se someten a ella.