El Gobierno ordena, de un día para otro y sin aviso, el fin de todas las horas extras, provocando estragos en la atención de servicios básicos.
Además de ordenar esto, debe a todos los empleados las horas extraordinarias desde el mes de octubre del año pasado, es decir, debe a los empleados 5 meses de horas extras. Servicios como Policía, Bomberos y centros de menores verán como no se cubren sus necesidades de personal.
El Gobierno ha vuelto a demostrar su ineptitud en materia de gestión de RRHH al cancelar las horas extraordinarias que hasta ahora ha sido el único recurso que ha mantenido los servicios cubiertos al mínimo.
Al ordenar la imposibilidad de disponer de horas extras provoca graves situaciones como el incumplimiento del protocolo contra incendio del cuerpo de bomberos, la inexistencia de educadores en centros de menores y que en los fines de semana o festivos solo haya 4 agentes de policía local para todo Ceuta.
La orden llegaba esta mañana con el argumento de la falta de presupuesto. Mientras la propia administración ha mantenido bajo mínimos la cobertura de vacantes de los servicios de emergencias y atención a los ciudadanos por la falta de creación de nuevas plazas y esto lo ha unido a la incesante amortización de vacantes, desde la propia administración se cancela la cobertura de servicios mínimos por la vía de la eliminación de las horas extraordinarias.
Esta medida supone un gravísimo riesgo para todos los servicios de la ciudad, especialmente para los servicios de emergencia como Policía y Bomberos, o los centros de 24 horas, como el área de menores, dejando muy por debajo de los mínimos de personal necesarios los servicios esenciales de la ciudad y causando un perjuicio sin precedentes para la ciudadanía que ahora tendrá que ser atendida por personal insuficiente.
Esto provocará, no sólo una sobrecarga de trabajo inasumible para los empleados de estos servicios que en muchos casos podría poner en riesgos sus vidas, sino que coloca a los ciudadanos en grave riesgo.
La precariedad laboral y la falta de medios y recursos, han sido la tónica habitual de esta administración que ahora da una vuelta de tuerca más al prescindir de trabajadores en todos los servicios de la ciudad.
Desde CSIF hemos reiterado incesantemente la necesidad de implementar un número suficiente de empleados en los distintos servicios y así lo hemos trasladado en casa mesa negociadora en cada negociación presupuestaria y de las ofertas de empleo, mientras el gobierno ha hecho caso omiso.
Hoy el Gobierno vuelve a recortar por el lado más débil, el de los ciudadanos, quienes no podrán disponer de unos servicios mínimos básicos para atender sus necesidades y expone a los trabajadores a niveles de carga laboral que harán imposible atender a la ciudadanía.
Mientras tanto se mantienen más del doble de cargos públicos y asesores que la legislatura pasada a costa de menoscabar los servicios a la ciudadanía.