La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) nos da la razón: por unanimidad ha sentenciado que el Gobierno del PP actuó respetando los derechos humanos en las devoluciones en frontera, y, por tanto, en las fronteras de Ceuta y Melilla no se han incumplido la Convención Europea de Derechos Humanos.
Es más, el TEDH de Estrasburgo incluye que fueron los propios inmigrantes quienes se pusieron a sí mismos en una situación de ilegalidad al saltar la valla por la fuerza, una tesis mantenida en solitario por el PP por la que fue criticado por el PSOE y sus socios comunistas.
Por tanto, el PSOE tiene que retirar todas las críticas que vertió contra el Gobierno del PP y renunciar al recurso de inconstitucionalidad que interpuso contra la Ley de Seguridad Ciudadana por este asunto.
Esta sentencia confirma que el Gobierno de Sánchez carece de rumbo en política de inmigración. Prometió derogar los rechazos en frontera, pero las ha seguido realizando incumpliendo sus propias promesas, una vez más.
La sentencia TEDH es una muy buena noticia por tres razones: para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que velan por la seguridad de nuestras fronteras, ya que avala sus intervenciones blindándolas jurídicamente; para el régimen jurídico español ya que demuestra la escrupulosa garantía de los Derechos Humanos; y para el buen nombre del Gobierno del PP, demostrando que siempre hemos estado al lado de la Ley y el orden constitucional.