La celebración del Día internacional de la Educación en el año 2020 se hace más relevante que nunca para recordar que la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva que juega un papel central en los ODS para 2030.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación, en celebración del papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo, principios que están estrechamente relacionados con los fines definidos para la educación en el marco jurídico y constitucional español.
Hoy conviene recordar que la propia UNESCO y Naciones Unidas señalan que sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, es imposible alcanzar un modelo de desarrollo sostenible que se base en los principios de respeto a los derechos humanos y en un modelo político democrático.
Los y las socialistas nos sumamos un año más a la celebración de este 24 de enero para recordar que la educación, es tanto un espacio para la aplicación de estos principios democráticos, como un motor para su difusión en todo el mundo. Hacemos nuestro el llamamiento de la UNESCO para una movilización a favor de la educación, poniendo el acento en que la educación es una tarea conjunta que implica a muchos agentes y una responsabilidad colectiva de toda la sociedad.
Como recuerda la propia UNESCO este año, todos los agentes, ya se trate de dirigentes políticos de alto nivel o de la ciudadanía, de Estados y asociaciones, de docentes, padres y madres de alumnos, tienen un papel que desempeñar para que el derecho a la educación sea una realidad para todos y todas. Los y las socialistas nos sentimos en plena sintonía con este
papel y con el tema escogido para la conmemoración de este 2020: “el aprendizaje para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz”.
La educación es un catalizador potente para luchar contra la pobreza y las desigualdades, mejorar la salud y el bienestar y superar las discriminaciones. Desempeña un papel esencial para alcanzar la igualdad de género y permitir que las personas vivan una vida sana y tomen
las decisiones informadas, tanto para sí mismas, como para su familia y su comunidad. La educación, incluido el desarrollo de las competencias profesionales, es esencial para alcanzar el crecimiento inclusivo que no deja que nadie quede rezagado, es el ascensor social que permite generar prosperidad y cohesión social.
La educación es un elemento esencial también para salvar el planeta. Contribuye al desarrollo de los valores, las competencias, los conceptos y las herramientas que pueden ayudar a invertir o erradicar las prácticas no sostenibles y permitir que los seres humanos vivan en mejor armonía con la naturaleza.
Así pues, el PSOE celebra hoy el Día Internacional de la Educación, que debe ser una ocasión para reflexionar sobre el desarrollo del derecho a la educación en todo el mundo, y hoy especialmente reivindicamos también la educación como factor clave en el desarrollo de la personalidad humana, de elemento vertebrador de una sociedad democrática, tolerante, abierta, plural, crítica, con amplitud y libertad de pensamiento.