El Gobierno de la Ciudad ha remitido a las organizaciones sindicales más representativas (UGT y CCOO), y a otras entidades de menor rango, un documento de trabajo bajo el título “Por un futuro más estable y seguro para Ceuta”, que pretende ser un catálogo de medidas para afrontar con éxito la delicada encrucijada en que se encuentra Ceuta en este momento.
Al respecto, UGT y CCOO, queremos hacer las siguientes consideraciones:
1º.- En el propio texto se enfatiza el hecho de que se trata de un “punto de partida” y de que está abierto a la participación de toda la sociedad. No explica, sin embargo, cómo se va articular ese espacio de diálogo. En este sentido es preciso recalcar que el documento ha sido remitido por correo electrónico sin ningún tipo de indicación, no digamos ya de convocatoria; cuando ya era conocido a través de los medios de comunicación. El Gobierno de la Ciudad, hace ya muchos meses, que se distanció por completo de las centrales sindicales a las que deprecia de manera premeditada y ostensible. No se puede explicar de otro modo que en una Ciudad víctima de una profunda y prolongada crisis, con el terrible problema de paro que sufre, no exista el menor contacto entre su Gobierno y los representantes de los trabajadores.
2º.- Una segunda cuestión que llama poderosamente la atención, y pone en entredicho la auténtica intención del Gobierno es la reciente reunión mantenida en Málaga con el Gobierno de Melilla para “consensuar” las iniciativas a llevar a cabo. ¿Se puede consensuar algo con Melilla que a su vez se dice que está en fase de consenso en Ceuta? No resulta muy creíble. Da la impresión que la finalidad de este documento es “lavar públicamente la conciencia del Gobierno” para intentar evadirse de la responsabilidad que la ciudadanía le imputa por su pasividad, y connivencia con “su” Gobierno de la Nación, frente a unos hechos muy evidentes y alarmantes que no quisieron ver en su momento. El tratamiento que dispersaron a la Manifestación y a las reivindicaciones del 22M de 2018 es una prueba concluyente de ello.
3º.- Las apelaciones a la unidad son, sencillamente, un sarcasmo. Un Gobierno que avala, por acción y omisión, el discurso racista de Vox que insulta, agrede y humilla a la mitad de la población de Ceuta, no puede hablar seriamente de consenso y unidad. Mientras el Gobierno siga ideológicamente secuestrado por la extrema derecha, carece de autoridad moral para liderar ninguna movilización en esta Ciudad. Mucho menos del calado que se propone.
4º.- Resulta como mínimo curioso que en el amplio inventario de medidas propuesta no haya ninguna referencia a un cambio en la política presupuestaria del Gobierno de la Ciudad. Un instrumento de más de trescientos millones de euros pasa inadvertido en este documento. A pesar del reconocimiento de la profundidad de la crisis, el Gobierno mantiene inalterada su política presupuestaria, tanto en la estructura como en las prioridades del gasto público. Parecería razonable reordenar estas prioridades, siendo consecuente con su propio diagnóstico.
5º.- A pesar de tratarse de un documento de carácter económico, el Gobierno alude de manera tan reiterada y extensa como incomprensible al fenómeno de los menores no acompañados, pretendiendo que el resto de partidos, asociaciones y entidades convaliden su discurso sobre esta delicada cuestión, y lo que es peor, su política, rotundamente errática como demuestran los hechos. No existe relación alguna entre la crisis económica y la política de menores.
6º.- Resulta tendencioso y manipulador llamar a la propuesta del Gobierno “Más España, Más Europa”, como si se tratara de un eslogan de campaña electoral. Se pretende con ello, sin duda, que cualquier planteamiento alternativo pueda ser percibido por la ciudadanía como “Menos España”, con lo que ello supone a la hora de valorar las propuestas. No se puede ser más torticero.
7º.- Sobre el catálogo de reivindicaciones al Gobierno de la Ciudad en materia de inversiones en los ámbitos de su competencia, que han sido históricamente asumidas y defendidas por las centrales sindicales, es preciso también hacer alguna observación. En primer lugar, su mera enumeración sin establecer periodo alguno para su materialización, lo convierte más que en un planteamiento serio, en un intento de trasladar responsabilidades (no hay que explicar que es imposible asumir lo planteado ni en un año ni en una legislatura). Pero es que además, resulta muy chocante el hecho de que la inmensa mayoría de ellas (por no decir todas), fueron desatendidas, cuando no rechazadas por el Gobierno de la Nación del PP hace aún menos de dos años.
8º.- Desde UGT y CCOO rechazamos abierta y frontalmente la “piedra angular” del planteamiento del Gobierno que consiste en reforzar el aislamiento (suprimiendo la vigente excepcionalidad al tratado de Schengen). Resulta contradictorio que ante los intentos de Marruecos por aislar Ceuta (y Melilla), nuestra respuesta sea poner en marcha medidas que abundan en esa misma dirección. El Gobierno pretende “elevar un muro jurídico”, para UGT y CCOO la solución no está en incomunicarnos más sino en comunicarnos mejor. Por eso consideramos que es necesario promover, cuanto antes, la integración de Ceuta en la Unión Aduanera. A partir de este nuevo status podremos reclamar la aduana comercial y, de este modo, modernizar, racionalizar y normalizar la gestión del espacio fronterizo aprovechando las sinergias del desarrollo económico de la zona norte de Marruecos, que debe asumir su obligación de respetar la soberanía española de Ceuta y Melilla, y obrar en consecuencia, pactando las condiciones más beneficiosas posible para las poblaciones de ambos lados de la frontera.
9º.- El Gobierno vuelva a proclamar su intención de “modificar el régimen económico y fiscal especial”, pero se olvida (siempre lo hace) de reivindicar la consolidación de los elementos favorables a los sectores más vulnerables, que son los trabajadores del sector privado. No se vinculan las subvenciones y bonificaciones a las empresas a la creación de empleo; y no se reivindica la consolidación (por ley) de los Pluses de Ceuta (Residencia y Vinculación).
10º.- El único mecanismo planteado por el Gobierno para “recomponer” el tejido empresarial es la bajada del IPSI, a pesar de que la experiencia y los datos demuestran que es absolutamente ineficaz e incluso contraproducente (rebajar más el IPSI abre la brecha entre precios de la península y de Ceuta incentivando la compra en la península, ya que al descontar el IVA, la ventaja es superior). Además de ello, la reducción del esfuerzo fiscal contribuye negativamente a justificar nuestra posición.
11º.- El Gobierno incide en su política errática de bonificar los billetes de barco. La solución no está en que la administración pública (la del estado o la local) invierta cada vez más recursos en pagar parte de los precios abusivos de las navieras, sino en acabar de una vez por todos con un oligopolio (que elude la competencia con prácticas ilegales) que mantiene secuestrado nuestro cordón umbilical con la península. Es necesario abaratar el precio del billete, no que lo paguen todos los ciudadanos con sus impuestos.
12º.– El Gobierno plantea medidas para “consolidar” las transferencias. Nosotros consideramos que la mejor manera de acabar con este permanente conflicto es convirtiendo Ceuta en Comunidad Autónoma de conformidad con lo dispuesto en el Disposición Transitoria Quinta. De este modo acabaríamos con las incesantes incertidumbres jurídicas, normalizaríamos nuestro funcionamiento económico (formando parte del modelo de financiación como una Comunidad más), y resolveríamos de manera definitiva nuestro controvertido y precario encaje actual en la España de las autonomías. Eso sí es “Más España”.
13º.– Poco se puede aportar sobre los repentinos deseos del Gobierno de “cumplir las leyes” en relación con la contratación laboral (exigida hasta la saciedad por los sindicatos y nunca asumida por el Gobierno); y de intentar que la política de contrataciones favorezca a las empresas locales (demanda de las centrales sindicales que nunca ha sido atendida por el Gobierno)
14º.- Sí estamos completamente de acuerdo en la necesidad de diseñar y ejecutar programa de sostenimiento y recuperación de los depauperados sectores de la economía privada; y en implementar programas paliativos para las personas damnificadas directa e inmediatamente por la crisis (parados sin posibilidades de empleo)