Ceuta a pesar de ser una ciudad preciosa y digna de ser conocida por todos los residentes de la península, parece haberse anclado en el siglo XX.
Sin embargo algo está ocurriendo en materia laboral y más concretamente en la sanitaria.
La Ley General de Sanidad es del año 1986. El derecho a la protección de la salud está recogido en el artículo 43 de la Constitución Española. El articulo 148.1 de nuestra Carta Magna establece que las CC.AA pueden asumir en sus estatutos la Sanidad e Higiene, tal y como aparece en el Estatuto de Autonomía de la ciudad de Ceuta mediante la Ley Orgánica 1/1995, de 13 de marzo en su punto 19 del artículo 21 del Título II sobre competencias de la ciudad de Ceuta.
Desde el año 2002 INGESA asume la sanidad en la ciudad, pero ni es accesible, integral tampoco lo es porque la salud no está cubierta ni en promoción, ni en prevención de la enfermedad como de la curación procurando altos niveles de calidad debidamente evaluados y controlados, ni tampoco es integrada.
Los especialistas médicos de nuestro Sistema Nacional de Salud cuesta mucho encontrarlos en esta ciudad, o porque simplemente no quieren venir a ella o porque una vez instalados se van en breve. Lo mismo ocurre con los Médicos Internos Residentes (MIR)
. Así es prácticamente imposible llevar un control de un paciente con una patología cardíaca, por ejemplo. Estos pacientes se ven en la obligación de acudir a la península para ser diagnosticados, tratados e intervenidos quirúrgicamente debido a que a pesar de que Ceuta tiene estas competencias, no tiene profesionales médicos que los atiendan, obviando que la Administración publica competente organizará y desarrollará todas las acciones sanitarias dentro de una concepción integral del sistema sanitario. Todo esto deriva en una grave situación dejando al usuario desprotegido ante una sanidad pública de cobertura universal, viéndose obligados a contratar seguros privados que garanticen su estabilidad sanitaria, de hecho un 29% de los ciudadanos ceutíes han contratado este tipo de asistencia privada pero aquí nos encontramos con otro problema y es que seguimos sin encontrar especialistas a los que acudir, teniendo que trasladarnos a la península en busca de uno, por lo que cada vez que necesitamos asistencia médica especializada tenemos que salir de Ceuta.
Ya hay informes que nos avisan de que las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla, tienen la esperanza de vida más baja de todo el territorio español. El Ministerio de Sanidad en el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud así lo dice, reflejando la situación sanitaria de esta población, durante los últimos casi 20 años.
Tampoco existen ayudas económicas para los familiares de los pacientes que necesitan ser atendidos en la península, así que todos los gastos corren del bolsillo de estas personas que tienen que hospedarse en hostales o pensiones, comer fuera de sus casas suponiendo gastos elevados para ellos.
Desde el sindicato CGT solicitamos que se atienda la gran necesidad de cubrir los puestos de médicos de atención primaria, pediatras, enfermeras y facultativos especialistas.
Todos los partidos políticos deberían aunarse olvidando colores e ideologías para cubrir una necesidad altamente importante como es la sanidad de toda una población que actualmente se encuentra bajo mínimos pasando factura, con peor esperanza de vida y con peor tasa de mortalidad de toda España.