Esta mañana, un nutrido grupo de residentes del Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) se ha plantado a las puertas del comedor para protestar por la falta de alimentos del servicio de catering. Este supone un nuevo episodio dentro de la serie de desencuentros y protestas que está generando la gestión del servicio de comedor del CETI por parte de la empresa Dulcinea Nutrición.
Un grupo de usuarios del CETI, de distintas nacionalidades y entre los que había familias enteras, ha realizado una protesta pacífica para denunciar las condiciones del servicio de comedor que gestiona la empresa Dulcinea Nutrición. Según usuarios/as y trabajadores/as del servicio de comedor, los menús estipulados en el contrato que adjudicó el Ministerio de Trabajo a la empresa, llevan meses sin cumplirse.
En más de una ocasión, la plantilla contratada por Dulcinea Nutrición ha protestado por atrasos en el pago de las nóminas, así como falta de pago a proveedores. Una situación que derivó, hace ya meses, en una especie de malabarismo por parte de los/as trabajadores/as para intentar ofrecer un menú medianamente digno a los residentes del CETI, debido a la falta de alimentos.
Situación de hartazgo generalizada
Trabajadores/as y, ahora, usuarios/as no aguantan más esta situación. Unos trabajan sin cobrar; y otros, se tienen que conforman con un trozo de pan, sin ningún tipo de acompañamiento, para desayunar, cenando «sobras» de otros días, o repitiendo las mismas comidas prácticamente a diario, etc.
La plantilla contratada por Dulcinea Nutrición se ha concentrado varias veces frente a la Delegación del Gobierno –la última hace justo una semana– para exigir que el Ministerio rompa la vinculación con la empresa debido a los numerosos incumplimientos del pliego de contratación por parte de la misma.
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