El caso de Sheila Fox, desaparecida en 1972 en Bolton, Inglaterra, da un giro inesperado después de más de cinco décadas. Una fotografía borrosa ha sido clave para localizar los restos de la joven.
Sheila Fox, apodada «la niña fantasma» debido a la falta de pistas tras su desaparición en 1972, fue localizada después de 52 años gracias a un avance tecnológico en el análisis de una antigua fotografía borrosa. La joven, de seis años en el momento de su desaparición, fue vista por última vez montando su bicicleta cerca de su casa en Bolton, al noroeste de Inglaterra.
Según la policía británica, la imagen, previamente descartada como irrelevante, fue reexaminada utilizando herramientas avanzadas de inteligencia artificial. El análisis permitió identificar un lugar que coincidía con los testimonios originales del caso y condujo al hallazgo de restos humanos en un terreno previamente urbanizado.
Las autoridades confirmaron que los restos pertenecen a Sheila, poniendo fin a una de las desapariciones más emblemáticas y desconcertantes del Reino Unido. «Nunca perdimos la esperanza de resolver este caso. Este hallazgo marca el final de un misterio que ha afectado a generaciones», afirmó un portavoz de la policía de Greater Manchester.
La familia de Sheila ha sido notificada del hallazgo. Aunque profundamente afectada, expresó alivio por haber obtenido finalmente respuestas tras décadas de incertidumbre. «Nunca olvidaremos a Sheila, pero ahora podemos despedirnos de ella como merece», declaró un familiar cercano.
El descubrimiento también ha reabierto la investigación para identificar al responsable de la desaparición. En su momento, un sospechoso conocido por la policía local fue interrogado, pero la falta de pruebas impidió que se presentaran cargos. Los avances forenses modernos podrían ahora proporcionar las claves para resolver por completo este caso.
Sheila Fox es recordada como símbolo de resiliencia y como un recordatorio de la importancia de nunca abandonar la búsqueda de justicia.