En un mundo volátil con este escenario pandémico en el que vivimos, la Policía Local de Ceuta se encuentra con obstáculos tales como la burocracia administrativa en el ámbito policial, por ello habría que buscar modelos de gestión y cambios a nivel organizacional, ya que a veces se ve superada por la debilidad de respuesta de los organismos públicos y de la propia institución policial, ente que participa en el mantenimiento de la seguridad pública a través de la prevención proactiva, que nada tendría que ver con lo de patrullar barrios hasta detectar un infracción para ser denunciada.
Si se me permite una sugerencia, sería la de reforzar la presencia policial en los lugares donde un alto índice de actos vandálicos o delincuenciales se produzcan, así por ende se reforzará el vínculo entre el policía y el ciudadano a través del contacto diario con asociaciones vecinales, presidentes de barriadas, consiguiendo un binomio que daría lugar a que la ciudadanía se implicara de forma activa en la seguridad ciudadana, recuperando esa cercanía hacia los policías de barrio que día a día ha ido desapareciendo dejando un vacío muy importante.
Considerando el contexto urbano actual de la ciudad, la demanda de seguridad que requieren los ceutíes que solicitan soluciones urgentes y eficaces en problemas como, el tráfico rodado, infracciones de ordenanzas municipales, medio ambiente, ruidos, actos vandálicos, o la venta ambulante, todo un cúmulo de problemas que deberían pasar porque estos agentes tuvieran una formación continua y actualizada, dentro de una ciudad que crece a pasos agigantados y de no tomar cartas en el asunto, se estancará.
Vivimos en una era digital y como tal nuestras policías deben contar con las herramientas necesarias para poder agilizar su trabajo, donde convergen las telecomunicaciones con todo tipo de dispositivos multifuncionales o inalámbricos, pantallas táctiles, verificadores de DNI, cámaras de vídeo, lectores de matrículas o drones, todo ello acortaría el exceso de burocracia y el uso masivo del papel, donde la información con la que trabajarían sería a tiempo real y con garantías.
Es primordial tener una plantilla de agentes acorde a las necesidades de nuestra ciudad, pero hay que tener claro que sin estos medios adecuados para desarrollar sus trabajo, se está condenando a este cuerpo policial a quedar obsoleto en el tiempo, por todo ello es capital devolver esa cercanía de los cuerpos policiales a la ciudadanía dando lugar a un modelo policial descentralizado generando empatía y creando un diálogo con el ciudadano muy necesario en los tiempos en los que nos estamos moviendo.
Para poder alcanzar estos objetivos se deberá llevar a cabo por los profesionales de los distintos departamentos y así dar una respuesta eficaz y obtener resultados. La cooperación y coordinación es básica para gestionar un servicio policial y mucho más aún si es de carácter municipal.
El ciudadano no entiende de competencias y acude al cuerpo policial para denunciar o plantear una queja y que se le ofrezcan soluciones.