El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha expresado su profunda preocupación tras el trágico incendio ocurrido en una residencia de ancianos en Zaragoza. Este lamentable incidente ha dejado un saldo de diez víctimas mortales y dos personas heridas en estado crítico, lo que ha llevado al ministro a enfatizar la necesidad urgente de revisar la ley de dependencia.
En una entrevista en La Hora de La 1, Torres destacó que no se pueden permitir recortes cuando se trata del bienestar de las personas mayores. Subrayó que la ley de dependencia, aunque fue un avance significativo en su momento, requiere una actualización para adaptarse a las necesidades actuales de la población envejecida.
Torres argumentó que es esencial proporcionar espacios adecuados para que las personas mayores puedan ser atendidas en sus propios hogares, además de transformar el formato de las residencias para garantizar una atención más personalizada y segura. Esto implica no solo una revisión legislativa, sino también un compromiso financiero para evitar recortes que puedan afectar negativamente a este sector vulnerable.
El presidente del Gobierno, en solidaridad con las víctimas, ha contactado al jefe del Ejecutivo de Aragón, Jorge Azcón, para expresar sus condolencias. Este gesto resalta la gravedad del incidente y la necesidad de tomar medidas inmediatas para prevenir futuras tragedias.
La ley de dependencia, desde su implementación, ha sido un pilar fundamental para el apoyo a las personas mayores y aquellas con dificultades de movilidad. Sin embargo, los recortes presupuestarios han limitado su efectividad, dejando a muchos sin el apoyo necesario. Torres aboga por una reforma que no solo restaure los fondos perdidos, sino que también amplíe los servicios disponibles.
En conclusión, el llamado a la acción de Ángel Víctor Torres es claro: es imperativo actualizar la ley de dependencia para asegurar que las personas mayores reciban la atención y protección que merecen. Este trágico evento debe servir como un catalizador para el cambio, garantizando que nunca más se repita una tragedia similar.