Los discursos de los orad(ad)ores improvisados de barra y atril están llenos de ideas preconcebidas. Una amalgama que se apropia de “enlaces” oficiales (in)discutibles. Lo cierto es que a las familias acomodadas promedio les sirven como bálsamo. Y… ¿para el resto de las personas? Negacionistas del valor del trabajo. Faltas de convicción: ¡Arbeit Macht Frei! [Auschwitz]. Esos teóricos de la conspiración, catastrofistas y ve(nd)edores de la in(ter)vención. Constructores de la condición (in)humana de la realidad. Puro cuento.
¡Ponme un ron cola camarero!
La teoría de las sondas que nunca llegaron a Marte se emplea ahora en forma de tubos hasta el pulmón. El virus no es un planeta, pero es un agujero negro bastante cabrón. Tanto las teorías oficiales como las “conspiranóicas” terminan siendo insípidas y simplistas. Se nos exige sacrificio, eliminando libertades elementades a nivel individual en favor del bien colectivo. ¿Capitalismo? ¿Socialismo? ¿Dictadura? ¿Fascismo? ¿Comunismo? El resultado final es gente segregada que busca volver a su vida anterior [de mierda]. ¿Podrá ser erradicado el virus?
¡Otro roncillo!
¿Es la pandemia nuestro único problema? Sequías prolongadas, olas de calor, aumento de los océanos y pérdida de vastos territorios, desplazamientos de población, desempleo y escasez de alimentos… Parece que no.
¡Ponle un chupito a la del final de la barra!
Estoy seguro -y me mojo con lo que afirmo ahora- que encarcelar a los que ejercen su libertad de expresión no es la solución. Más aún cuando pude visitar el laboratorio militar en el que convirtieron a Ceuta [espero visitar Melilla en breve]. Desconcertante. ¿Cómo puedo callar esto? Resulta casi imposible desvincularse del control: ¡Esos dineros son préstamos, no regalos! (S)Exuda ignorancia del que da y recibe. ¿Quién es más maricón de los dos?
¡No hay dos sin tres, otra copa!
La fuga de capitales se ha convertido en deporte (para)olímpico. A pesar de que la población sigue desapegada de los asuntos económicos, el riesgo de colapso fiscal la va a “apretujar” hasta que exploten las órbitas de los ojos del personal. La inconsciencia por el gasto descontrolado expande (des)mesuradamente la crisis. Una situación crítica que dejó hace tiempo de ser un ente abstracto. Diapasón. ¿Las intervenciones de rescate son (in)necesarias y dañinas? Tiempo al tiempo [Aristóteles].
¿No quiere el chupito? Me lo bebo yo.
La opción liberal hic et nunc [aquí y ahora] está aún más vigente en la actualidad. ¡Más inversiones! ¿Recuerdas la burbuja del ladrillo?
¡La penúltima camarero… que me estoy yendo!