La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha intensificado sus críticas al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en medio del debate sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Mientras Díaz calificó de «grave» la posición del socialista, Elma Saiz y Margarita Robles salieron en defensa de su compañero, destacando su «gran formación económica» y su compromiso con la estabilidad empresarial.
La creciente tensión entre Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, y Carlos Cuerpo, ministro de Economía, continúa marcando la agenda política del Gobierno de coalición. La controversia gira en torno a la votación en el Congreso sobre la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales, una de las medidas estrella de Sumar, el socio minoritario del Ejecutivo.
Este viernes, Díaz arremetió contra Cuerpo, calificando de «casi de ser mala persona» su negativa a respaldar la reducción horaria. La respuesta desde el ala socialista no se hizo esperar. La ministra Elma Saiz destacó la labor de Cuerpo, asegurando que es «un gran ministro de Economía, un gran compañero, un gran amigo y mejor persona». Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, elogió la formación y capacidad del titular de Economía, rechazando las críticas de Díaz.
Reducción laboral: Un punto de fricción
La propuesta para reducir la jornada laboral, acordada entre Díaz y los sindicatos pero sin el respaldo de la patronal, está prevista para entrar en vigor en 2025. Sin embargo, Cuerpo ha defendido una implementación gradual para evitar impactos negativos en las empresas. Este enfoque ha generado roces con Díaz, quien insiste en cumplir el acuerdo de gobierno de forma íntegra y sin dilaciones.
La falta de apoyos parlamentarios complica aún más la situación. Junts, clave en las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado, se muestra reticente a respaldar la medida. Sin sus votos, el Gobierno no cuenta con la mayoría necesaria. A pesar de los esfuerzos de sindicatos como UGT, cuyo líder, Pepe Álvarez, se reunió recientemente con Carles Puigdemont en Bélgica, el avance del proyecto sigue estancado.
Críticas cruzadas
La confrontación ha escalado en los últimos días. Díaz acusó a Cuerpo de intentar modificar el acuerdo con los sindicatos, calificando este movimiento como «muy grave» y asegurando que «no va a pasar». «Cuando se rubrica un acuerdo de diálogo social hay que respetarlo. Eso es sagrado. Que un ministro socialista se posicione en contra de los sindicatos es algo que habrá que explicar a los votantes progresistas», afirmó en una entrevista con RNE.
Mientras tanto, el ala socialista del Gobierno se esfuerza en defender la posición de Cuerpo, destacando su enfoque conciliador y su intención de evitar una crisis económica en el sector productivo. La división entre ambas partes sigue siendo uno de los principales desafíos para la coalición en este inicio de 2025.