Revolución Ugetista (RUGE) se consolida en Ceuta como el espacio de la juventud dentro de la Unión General de Trabajadores (UGT). Sus objetivos principales son los de asesorar a la juventud en el mercado laboral, reivindicar sus derechos y luchar contra cualquier tipo de discriminación que se produzca en el entorno laboral.
La celebración del 130 aniversario de UGT en Ceuta toca a su fin y lo hace centrándose en la juventud. Pese a que ya tiene un año de existencia, el sindicato a presentado oficialmente a su sección juvenil «RUGE«.
A tal efecto se han desplazado hasta la Ciudad Autónoma, Toño Abad, responsable confederal del área LGTBI de UGT de España, y Magaldi portavoz de RUGE. Magaldia ha reivindicado la necesidad de luchar contra la precarización laboral que padece la juventud en España, mientras que Abad clama por combatir la discriminación laboral que sufren las personas LGTBI.
Becarios, una «nueva» forma de explotación
Según denuncia Magaldi, hay empresas que utilizan la figura de las personas becarias para camuflar una práctica de fraude: cubrir puestos estructurales de los centros de trabajo a través de contratos de becarios que acaban explotados o realizan funciones que no les corresponden, ni se ajustan al sueldo que reciben.
No hay retroceso en la inserción laboral de las personas LGTBI, porque no ha habido avances
Por su parte, Abad comenta que aunque la entrada de la extrema derecha a las instituciones ha recuperado discursos anti LGTBI que parecían formar parte del pasado, de la «España en blanco y negro», a nivel laboral no se ha notado ese retroceso porque antes no ha habido avances.
«Las personas LGTBI prefieren ocultar su identidad o su orientación sexual en las empresas por miedo a posibles represalías y esto deriva en una pérdida de derechos. Por ejemplo, si tengo que acompañar a mi cónyuge al médico y soy heterosexual lo voy a hacer sin problemas, pero si soy una persona LGTBI puede que renunciar a ese derecho para no revelar mi condición» advierte Abad.
En este sentido, Abad entiende que la discriminación de las personas LGTBI es algo generalizado a todos los sectores del mercado laboral. En profesiones tradicionalmente feminizadas como las relativas a los cuidados, puede que una persona LGTBI se encuentre, a priori, un entorno más propicio para revelar abiertamente su identidad u orientación sexual. Sin embargo, en sectores como el de la Educación o la Sanidad, sigue habiendo mucha reticencia a manifestar abiertamente una condición no hetero-normativa, por miedo a la reacción de los alumnos/pacientes y sus familias. Por el contrario, en profesiones tradicionalmente masculinizadas como la seguridad, o la construcción, la inhibición de las personas LGTBI es aún mayor, dado que lo más probable es que se encuentren con el rechazo de sus compañeros/as de trabajo o de la propia empresa.
Movilizar a la juventud ceutí
Finalmente, Hamza Harrous, responsable de RUGE Ceuta, ha manifestado su deseo que de la juventud ceutí encuentre en RUGE un espacio confortable para la participación activa, la lucha por sus derechos y la movilización social.
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