Rusia se defiende de las acusaciones
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha rechazado categóricamente las acusaciones de injerencia rusa en las elecciones parlamentarias de Georgia, celebradas recientemente. Según Peskov, estas acusaciones son intentos de desestabilizar a Georgia desde el exterior, especialmente después de que la Unión Europea y Estados Unidos solicitaran una investigación sobre supuestas irregularidades en el proceso electoral.
Declaraciones de Peskov: «Rusia no estuvo implicada en absoluto, pero otros países europeos han intentado influir en las elecciones», afirmó el portavoz del Kremlin, subrayando que la victoria del partido Sueño Georgiano refleja la voluntad del pueblo georgiano.
Reacciones en Hungría
El gobierno húngaro, liderado por Viktor Orbán, ha criticado duramente a la Unión Europea por cuestionar la legitimidad de las elecciones en Georgia. Péter Szijjártó, ministro de Exteriores de Hungría, declaró que las demandas de la UE para investigar el proceso electoral son un reflejo del «fracaso» de los liberales en Georgia.
Palabras de Szijjártó: «Nada nuevo bajo el sol: en las elecciones del sábado en Georgia no han ganado los designados por Bruselas y la corriente mayoritaria liberal, sino el partido gobernante que defiende la soberanía, la paz y la familia», afirmó el ministro.
Postura de la Unión Europea
Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, ha enfatizado que Viktor Orbán no representa la postura oficial de la UE. Borrell destacó que la misión electoral de la OSCE identificó irregularidades que deben ser aclaradas para garantizar la transparencia del proceso electoral en Georgia.
Comentarios de Borrell: «Es muy grave que la presidenta de un país considere, con la información que tiene, que esas elecciones no han sido legítimas», explicó Borrell, subrayando la necesidad de una investigación exhaustiva.
Reacciones internacionales
La OTAN también ha expresado su preocupación por el proceso electoral en Georgia. Farah Dakhlallah, portavoz de la Alianza, señaló que las condiciones desiguales en las que se llevaron a cabo las elecciones socavan la confianza pública en los resultados.
En conclusión, las elecciones en Georgia han desencadenado una serie de reacciones internacionales que reflejan las tensiones geopolíticas actuales. Mientras Rusia niega cualquier interferencia, la UE y otros actores internacionales continúan presionando por una investigación que aclare las irregularidades señaladas.