Nació en Granada, aunque su familia renace de Larache (Marruecos). La actriz tiene un fuerte vínculo con nuestra ciudad ya que su padre reside aquí desde hace muchos años. «Me encantaría llevar a Ceuta un proyecto de clases de teatro», explica la componente de la compañía ‘La Chivata Teatro’, que se encuentra en estos momentos moviendo la obra ‘Particulares y patios’. El Amrani ha formado parte de talleres contra el racismo y ha colaborado con Cruz Roja enseñando este arte a personas migrantes
Salma El Amrani nació en Granada hace 31 años, pero su vida ha estado siempre muy ligada a Ceuta. Parte de su familia reside en Larache (Marruecos), su padre vive y trabaja en la ciudad autónoma desde hace muchos años y su madre en Motril. Fue en el colegio cuando empezó a despertar su pasión por el mundo del teatro y la poesía. Ya en el instituto dio un paso más allá y comenzó a formar parte de una escuela de teatro.
Para sumergirse aún más en sus raíces, Salma decidió estudiar el Grado de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Granada. En este espacio se dio cuenta que este arte cobraba un gran protagonismo en su vida e ingresó en un grupo de teatro de la universidad. «Me presenté a las pruebas y me cogieron, y ahí fue donde comencé a hacer teatro más profesional, incluso estuvimos en una gira con la directora Sara Molina«, recuerda la actriz sus primeros pinitos por España, que acabaron llevando la obra hasta La Habana, (Cuba).
Este momento fue determinante en la vida de El Amrani, ya que tras ello comenzó a especializarse y tuvo que mudarse a Madrid. «Yo hice la carrera porque me interesa mucho la cultura árabe, conocer mis raíces, y siempre he soñado en generar un generar un encuentro entre el teatro y la multiculturalidad«, explica la intérprete, que confiesa que siente una gran pasión cuando se sube al escenario. Fue allí donde, tras dos años de formación intensiva en la Escuela Internacional de Interpretación y Creación Escénica, fundó ‘La Chivata Teatro’ junto a más compañeros y compañeras del mundo de la interpretación. «Es mi compañía actual, mi proyecto» y en lo que está culminando todo este viaje que está realizando junto a Irati Morán, David Hípola, Plámena Rodríguez, Natalia Tapia y Miguel Chapa.
‘La Chivata Teatro’ es una compañía que se define como «un teatro físico, rítmico y desafiante» que busca «romper» con la clásica puesta (y apuesta) en escena del panorama actual y conectar con el público a través de una mirada activa e irreverente. «Nosotros siempre decimos que tenemos como una identidad un poco gamberra porque nuestra manera de crear es poco usual», señala la granadina, que aclaran que parten «de la manera colectiva» investigando a través de diferentes motores como pueden ser el resultado de salir a la calle a hacer fotografía, textos conjuntos, improvisaciones, etc., siendo todos quien aportan y deciden con roles y de manera horizontal sin una figura de director que dirija a la compañía. La compañía está instalada desde febrero de 2020 en una sala de teatro que gestionan ellos mismos y que está ubicada en el barrio de Usera. Esta fecha no sería significativa en sí si no coincidiera con el estallido de la pandemia del coronavirus, lo cual atravesó de cuajo la actividad teatral del grupo. «Hemos tenido que esforzarnos mucho para hacer frente al parón de la pandemia justo cuando estábamos empezando a ser conocidos», remarca la actriz.
‘Krossmic’ es el espectáculo de calle en el que estaban trabajando cuando arrancó el confinamiento. Sin embargo, es ‘Particulares y patios’ la obra del teatro más importante de la compañía y que se estrenó este verano y está siendo programada en distintos puntos de la geografía española: «un patio, un barrio, una ciudad entera, una generación que convive con la incertidumbre constante, y con la anodina esperanza de encontrar por fin una salida». ‘Tragantona’ es otra obra muy interesante, que está dirigida por Irati Morán y en la que participan otros miembros de la compañía. En cada proyecto pone su sello de identidad uno de los seis componentes de la compañía y los actores van rotando entre unas y otras. «Nuestro objetivo es poder moverlas y a mí me encantaría poder llevarlas a Ceuta», reivindica la artista, que reconoce que para ella el teatro es «una herramienta poderosa de conocimiento humano que permite vivir y empatizar con otras vidas».
El Amrani también ha colaborado con ‘La Joven Compañía’, donde se ha tratado la temática del racismo. «Como vengo de familia marroquí y musulmana, siempre me ha interesado mucho la multiculturalidad«, cuenta la actriz. «Me enteré que había audiciones para participar en sus talleres y seleccionaban a personas con diferentes identidades culturales. Fue precioso porque había una diversidad de nacionalidades», añade El Amrani, que espera algún día ser ella quien promueva estas actividades. También ha colaborado con Cruz Roja realizando talleres de teatro con personas migrantes. Cuando va a Larache suele hacer talleres de teatro para los niños y las niñas del barrio. «Me encantaría llevar a Ceuta un proyecto de clases de teatro», desea esta caballa de corazón. El objetivo de la compañía ahora es abrir su espacio a la gente del barrio, convertirlo en un punto de encuentro entre diferentes culturas y seguir dando rienda suelta a su imaginación para un poco más bonita la vida de las personas.
De un abuelo músico, abuela pintora y madre escritora,la continuación artística le toca a Selma para ofrecernos un mixage artístico entre teatro y poesía urbana o mejor dicho,del»halka» quiere decir en árabe dialectal,teatro al alcance de todos,.
Para mi y estoy segurisimo que Salma tendrá mucho más que decir con su mixage teatral,entré el Amazigh y el Andaluz,y así nos ofrecerá un modelo teatral,que nos sorprenderá con obras buenísimas.
Buena suerte .Salma.