El objetivo del documento, que se realiza siguiendo las directrices del Ministerio y que permanecerá vigente hasta el 31 de marzo, es el de reducir el impacto sobre la salud de la población asociado a las bajas temperaturas, especialmente en los grupos más vulnerables
La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, ha puesto en marcha el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas, cuyo periodo de vigencia comprende desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo de 2024.
La Consejería consensua este protocolo con otras instituciones entre las destaca Ingesa, Delegación del Gobierno, Protección Civil, Comandancia General, CETI, residencias de mayores, Cruz Roja, Servicios Sociales y Cruz Blanca.
El objetivo de este plan es reducir el impacto de las bajas temperaturas sobre la salud de la población. Además de las personas mayores, los grupos de población más vulnerables a las bajas temperaturas son las personas sin hogar y las que sufren pobreza o bajo estatus económico, en especial cuando esta se manifiesta en la forma de pobreza energética, así como los inmigrantes en situación de precariedad; las personas con enfermedades crónicas susceptibles de ser agravadas en situaciones de estrés prolongado; mujeres gestantes; recién nacidos y lactantes; personas que toman medicamentos que pueden potenciar los síntomas ligados al frío; personas con movilidad reducida, desnutridas, con agotamiento físico o casos de intoxicación etílica; personas que trabajan al aire libre; o las que practican deportes al aire libre en zonas frías.
El frío intenso afecta negativamente a la salud, aunque solo en casos muy extremos se producen efectos como la hipotermia o la congelación, tal y como recoge el documento. Lo que es más frecuente es el sobre estrés del organismo, que puede dar lugar a una descompensación orgánica que agrava enfermedades crónicas en población vulnerable.
También se producen más accidentes de tráfico y caídas por placas de hielo, así como incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono a partir de estufas de gas o braseros.
En todo caso, los efectos de las bajas temperaturas no suelen ocurrir de una forma tan aguda y repentina como en el caso de las altas temperaturas. El plan señala que es un factor de riesgo ambiental que debe ser tenido en cuenta y cuyos impactos en salud pueden ser incluso superiores a los del calor extremo.
Así, el Plan se basa en las siguientes actuaciones:
- Desarrollo del Sistema de Información Ambiental que incluye la predicción de las temperaturas.
- Información a la población sobre los efectos de las bajas temperaturas en la salud y sobre sus medidas de protección y prevención.
- Desarrollo del Sistema de Información sobre Mortalidad.
- Información a los profesionales sanitarios y de los servicios sociales.
- Coordinación con los servicios sociales para la identificación de los grupos de riesgo.
- Coordinación con las administraciones y entidades competentes.