La situación epidemiológica actual está comprometiendo el suministro de componentes sanguíneos a los hospitales. La ciudadanía que haya padecido la COVID-19 puede realizar la donación se sangre tras siete días de haber dado positivo siempre que se encuentre bien de salud
El Ministerio de Sanidad recuerda la importancia de donar sangre dado que la necesidad tanto de esta como de sus componentes es un hecho permanente en la asistencia sanitaria. Además, informa que la situación epidemiológica actual está comprometiendo el suministro de componentes sanguíneos a los hospitales. Por ello, invita a todos los ciudadanos que se encuentren bien de salud se acerquen a los puntos de donación que cada comunidad autónoma tiene establecido para ello.
La sangre es un elemento clave para cualquier sistema sanitario, y a pesar de los importantes avances tecnológicos, es obtenida únicamente a partir del acto de la donación voluntaria y altruista de los ciudadanos
Los datos obtenidos durante la pandemia indican la no transmisión del SARSCoV-2 por transfusión, hecho que permite adaptar los criterios de selección contemplados hasta ahora. En este sentido, y supeditado a la valoración individual que realice su centro de extracción, los donantes que hayan sido confirmados de COVID-19 pueden donar transcurridos 7 días desde el diagnóstico si se encuentran bien de salud.
Según los últimos registros, en 2020, de la población de entre 18 y 65 años, donaron sangre más de un millón de personas de los que el 15 por ciento lo hicieron por primera vez. El número de donaciones efectuadas fue de 1.632.447 (82.580 de aféresis) y así, gracias a la generosidad de las personas que donaron su sangre en nuestro país, estas donaciones han permitido realizar 1.800.000 transfusiones y se han atendido a más de 457.000 pacientes.
El Ministerio de Sanidad señala que los puntos de donación son seguros. Todos los centros han tomado medidas de precaución para garantizar la seguridad de los donantes. Una vez más, Sanidad quiere trasladar su agradecimiento a todas las personas donantes que, a pesar de las difíciles circunstancias que se están
viviendo con la actual pandemia de la COVID-19, se acercan a donar sangre o alguno de sus componentes (plasma, plaquetas o hematíes), ayudando a salvar a miles de personas enfermas.