El Plan Integral de Tabaquismo hace balance de su actividad coincidiendo con esta jornada de sensibilización. Sanidad y Medio Ambiente trabajarán conjuntamente en acciones de sensibilización para lograr espacios al aire libre libres de humo. La Consejería ha trabajado en la prevención del consumo con más de 2.000 estudiantes menores de 16 años durante 2021
La Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación, a través del Plan Integral de Tabaquismo, se ha sumado de nuevo a la conmemoración del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra mañana 31 de mayo, con el lema ‘El tabaco daña el medio ambiente’, escogido este año por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar a la población en general, y a los fumadores en particular, de que todo lo relacionado con la industria tabacalera es perjudicial y sumamente tóxico para el planeta.
Es por ello que, en esta ocasión, la jornada se conmemora no solo con el objetivo de concienciar sobre el consumo del tabaco y su perjuicio para la salud, sino de sensibilizar acerca de su impacto medioambiental y los daños que el tabaco y sus residuos ocasionan en el entorno, como playas, parques o calles. Sanidad expone, como ejemplo, que las colillas constituyen el 30 % de los residuos mundiales y que tardan en descomponerse de 8 a 12 años.
Así, las Consejería de Sanidad y de Medio Ambiente y Servicios Urbanos tienen previsto la realización de acciones conjuntas de sensibilización como primer paso para que en el futuro las playas de Ceuta sean espacios libres de humo, en consonancia con otras autonomías que ya han puesto en marcha esta iniciativa, entre ellas, Galicia, Valencia, Murcia, Canarias, Andalucía y Cataluña.
El Plan de Tabaquismo, en cifras
También para conmemorar la jornada, el Plan de Tabaquismo ha hecho balance de su trabajo durante el último año, en el que se han atendido 400 demandas de información relacionadas con el tabaco y, tomando como referencia 2007, más de 8.000.
En 2021 el número de consultas sobre los programas de deshabituación tabáquica que se gestionaron fue de 175 y se realizaron finalmente 160 tratamientos – desde 2006 las demandas de tratamiento gestionadas hasta la fecha han sido de 3.675– . Con estas iniciativas se ayuda a los fumadores a abandonar este hábito gracias a la labor de un equipo multidisciplinar de profesionales con formación específica en tabaquismo. De los usuarios, de los que el 86 % tuvo intentos previos de abandonar, el 38 % logró mantener la abstinencia durante al menos un año, según los datos que la Consejería ha querido enfatizar, para recordar que la intervención tiene carácter gratuito, que no supone coste para los usuarios, a los que se selecciona en función del riesgo que este hábito tiene para su salud.
En cuanto al perfil del fumador que acude a la Unidad de Tabaquismo predominan los hombres (54 % y 46 % mujeres) de 52 años de media (el paciente más joven tiene 32 años y el mayor 84) que fuma una media de 26 cigarrillos al día o más (el 38 %) y que ha intentado abandonar ese hábito con anterioridad en la mayoría de los casos.
Por otra parte, y con la normalización de la situación en las aulas, la Consejería ha vuelto a poner el acento en la prevención. Por los talleres de prevención de consumo de tabaco y alcohol, dirigidos a 3º y 4º de la ESO, han pasado 1.017 alumnos de ocho centros educativos (38 clases en total). Igualmente, se ha trabajado con otros 900 alumnos de 33 clases, en este caso de 1º y 2º de la ESO, en el programa Clase sin Humo y casi 3.500 jóvenes -3.382- recibieron durante 2021 información preventiva a través de la Unidad Móvil RULE. La Consejería recuerda la importancia de este tipo de acciones de concienciación entre los más jóvenes, porque el primer contacto con el tabaco se produce de media a los 14 años y antes de los 15 se adquiere el hábito de fumar diariamente.
Según la última encuesta de ESTUDES, la encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España, el 38 % de los menores de 18 años reconoce haber fumado alguna vez, el 24 % afirma haberlo hecho en los últimos 30 días y el 9 % diariamente (en 1994 era el 25 %), lo que da cuenta de la necesidad de promocionar la prevención en edades jóvenes.
Tabaco y COVID-19
Y respecto a la COVID-19, pese a haber superado la fase aguda de la pandemia, Sanidad recuerda que está demostrado que el consumo de tabaco, en cualquiera de sus formas, empeora el curso de las enfermedades respiratorias y que los fumadores multiplican por 1,96 las posibilidades de desarrollar COVID19 de forma grave y que los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructora Crónica (EPOC), provocado fundamentalmente por el tabaco, multiplican por 1,79 la posibilidad de ingresar en la UCI.
Debido a la pandemia, las espirometrías, herramienta que registra la función pulmonar, se eliminaron para respetar las medidas de seguridad sanitaria, si bien está previsto que estas pruebas, que la Unidad de Tabaquismo realiza en coordinación con el Servicio de Neumología del Hospital de INGESA, se retomen en el segundo semestre de este año, dada su importancia para diagnosticar la EPOC.