La Consejería fija en 14 el número máximo de niños en cada celebración religiosa y de 25 en el caso de que se realice al aire libre, siempre cumpliendo los requisitos sanitarios y de aforo. La distribución de la Comunión se hará preferentemente en la mano y será obligatorio el uso de la mascarilla durante todo el acto
La Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación ha dictado el decreto, que se publicará mañana viernes en el Boletín Oficial de la Ciudad, en el que establece las condiciones de seguridad, higiene y aforo para las ceremonias de Primera Comunión, que se iniciaron el pasado fin de semana y que se prolongarán hasta el día 25 de octubre.
En este decreto, firmado por el consejero del área, Javier Guerrero, se recuerda que la celebración religiosa será ofrecida para 14 niños como máximo en cada ceremonia, ampliable hasta 25 en el caso de que se realice al aire libre, cumpliendo los requisitos sanitarios y con aforo suficiente.
El aforo debe limitarse al 75 % de los asientos, que serán los familiares directos de los niños comulgantes –padres, hermanos y abuelos-, procurando que la entrada y salida del templo se haga de forma escalonada para evitar las aglomeraciones. Se mantendrá la distancia interpersonal de 1,5 metros durante la celebración por parte de los asistentes, salvo que convivan en el mismo domicilio.
En cuanto a las medidas para prevenir la propagación de la COVID-19, se dispondrá de felpudos humedecidos con solución de agua y lejía a la entrada; se pondrán a disposición de los asistentes dispensadores de gel hidroalcohólico, en lugares accesibles y visibles y en las tareas de limpieza y desinfección se prestará especial atención a las zonas de uso común y a las superficies de contacto más frecuentes, como reclinatorios y bancos, limitándose al menor tiempo posible la duración de la celebración.
El párroco oficiante informará al inicio de la ceremonia de las medidas de seguridad e higiene que se deberán respetar, y al ser una celebraciones susceptibles de saludos y felicitaciones, se debe recordar que no está permitido el contacto personal, salvo entre familiares y convivientes, y tampoco tocar o besar objetos de devoción.
Durante el acto será obligatorio el uso de la mascarilla por parte de todos los asistentes y, debido a la situación sanitaria, la distribución de la Comunión se hará en la mano de los fieles que acudan a recibirla, informando a quienes deseen recibirla directamente que deberán esperar al final de los comulgantes.
Estas condiciones son extensibles al resto de celebraciones religiosas, como bodas y bautizos, que se han de adaptar a la situación de pandemia.