Ante el inicio de las campañas de vacunación de la gripe, el Sistema Nacional de Salud recomienda la vacunación a las personas mayores y otros grupos de riesgo, entre la tercera semana del mes de octubre y la primera semana del mes de noviembre.
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social quiere recordar que la vacunación es una de las medidas de salud pública más efectivas para prevenir la aparición de enfermedades e incluso la muerte en algunos casos. En concreto, la vacunación antigripal es la medida más efectiva para evitar la aparición de complicaciones causadas por el virus de la gripe en las personas que tienen un mayor riesgo de adquirirla.
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por un virus, por lo que los antibióticos no resultan efectivos para combatirla y su uso puede crear resistencias a estos fármacos.
Síntomas, incubación y transmisión
La gripe es una enfermedad de curso agudo cuya máxima incidencia se observa en otoño e invierno. Así, el período de incubación es de 48 horas con una variación entre uno y siete días. Se transmite por el aire al toser y estornudar.
Los principales síntomas son fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. No en vano, los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas pueden durar entre dos y tres semanas. De este modo, la vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones.
Grupos de riesgo
El Sistema Nacional de Salud proporcionará las vacunas de manera gratuita a las personas incluidas en los grupos de población recomendados. Los grupos técnicos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud recomiendan vacunar a los siguientes grupos:
- Personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
- Personas con menos de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
- Menores (a partir de los 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada) neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.
- Menores (a partir de los 6 meses) y adultos con:
- diabetes mellitus
- obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes o ≥3 DS en la infancia)
- enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico
- hemoglobinopatías y anemias
- trastornos de la coagulación
- hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples
- asplenia o disfunción esplénica grave
- enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico
- enfermedades neuromusculares graves
- inmunosupresión (incluyendo las inmunodeficiencias primarias y la originada por la infección por VIH, por fármacos –incluyendo tratamiento con eculizumab-, en los receptores de trasplantes y déficit de complemento)
- cáncer y hemopatías malignas
- implante coclear o en espera del mismo
- fístula de líquido cefalorraquídeo
- enfermedad celíaca
- enfermedad inflamatoria crónica trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.
- Menores entre los 6 meses y los 18 años de edad, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
- Personas de cualquier edad (≥6 meses) institucionalizadas de manera prolongada.
- Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
- Menores entre los 6 meses y los 2 años de edad con antecedentes de prematuridad menor de 32 semanas de gestación.