La demócrata Sarah McBride ha hecho historia al convertirse en la primera persona transgénero en ser elegida para el Congreso de Estados Unidos. Su triunfo en las elecciones a la Cámara de Representantes por el estado de Delaware representa un paso significativo hacia la inclusión y la diversidad en la política estadounidense.
McBride venció al candidato republicano John Whalen III, según las proyecciones de la cadena NBC News. La victoria de McBride ha sido celebrada por la Human Rights Campaign (HRC), la mayor organización en defensa de los derechos de la comunidad LGTBIQ+ en Estados Unidos, que apoyó su candidatura desde el principio.
En una publicación en la red social X, HRC expresó su orgullo por la elección de McBride, destacando que su historia servirá de inspiración para los jóvenes LGTBQ+ en todo el país, alentándolos a soñar más alto y a trabajar por un cambio significativo.
Sarah McBride, de 34 años, ya había marcado un precedente en 2021 al ser elegida como la primera senadora estatal transgénero en Delaware. Su trayectoria política es un testimonio de su compromiso con la justicia social y la igualdad de derechos.
En otro ámbito político, el senador independiente Bernie Sanders ha sido reelegido para un cuarto mandato en el estado de Vermont. Conocido por su papel como líder del movimiento progresista en Estados Unidos, Sanders ha asegurado su escaño en la Cámara Alta tras vencer al republicano Gerald Malloy.
A sus 83 años, Sanders continúa siendo una figura influyente en la política estadounidense, abogando por causas como el aumento del salario mínimo federal y la salud universal. Su reelección refuerza su posición como un aliado clave del Partido Demócrata en cuestiones legislativas.
El estado de Vermont ha sido uno de los primeros en apoyar al Partido Demócrata en el colegio electoral, contribuyendo con tres votos de los 538 totales. Aunque Sanders aún no ha comentado públicamente sobre su victoria, se espera que lo haga una vez finalizado el escrutinio completo.
Estos eventos subrayan un momento crucial en la política estadounidense, donde la diversidad y la representación inclusiva están ganando terreno, reflejando un cambio en la dinámica política del país.