El Sindicato de Enfermería rechaza la postura del Gobierno de dejar en manos de cada centro educativo la decisión de fijar qué persona o equipos se encargarán de controlar las medidas higiénico-sanitarias necesarias, y exige un compromiso claro de todas las administraciones para que se cuente con una enfermera o enfermero en los centros escolares.
El Sindicato de Enfermería en Ceuta (SATSE) apuesta por incorporar una enfermera escolar a los equipos Covid-19 de los centros educativos porque administraciones competentes, a escala estatal y autonómica, «no pueden dejar en manos de cada centro escolar la decisión sobre quienes formarán estos equipos Covid-19″, aseguran en un comunicado.
SATSE Ceuta recuerda que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) depende directamente del Ministerio de Sanidad y, de incluir esta figura profesional en los equipos de los centros escolares, «serviríamos de ejemplo a otras autonomías«.
La adopción de esta propuesta de SATSE «facilitaría» que los maestros y profesores «puedan dedicarse a la docencia y conseguir, por una parte, depositar esta supervisión sanitaria en profesionales cualificados, y, por otra, descargar la tensión que conllevaría asumir también esta responsabilidad». SATSE insiste en que las administraciones deben «expresar un compromiso claro» para que se cuente con una enfermera en todos los colegios de cara a «evitar riesgos para la salud y seguridad de niños, niñas y jóvenes cuando vuelvan a las aulas».
SATSE ha rechazado la postura del Gobierno, manifestada por la ministra de Educación, Isabel Celaá, de dejar en manos de cada centro educativo la decisión de fijar qué persona o equipos se encargarán de controlar las medidas higiénico-sanitarias necesarias, porque entiende que supondrá que «finalmente no se contrate a ninguna enfermera o enfermero para trabajar en los colegios con el riesgo inherente que esta situación conlleva para la seguridad sanitaria de menores y jóvenes·.
“No se trata de que los responsables de los propios centros educativos no quieran contar con una enfermera o enfermero, porque sabemos que son los primeros interesados, sino que ellos dependen de los recursos económicos y materiales que les proporcionan las correspondientes administraciones competentes, por lo que al final tienen las manos atadas”, apuntan desde la organización sindical.
Ante esta realidad, el sindicato reitera en Ceuta que la «presencia y contratación de una enfermera o enfermero en los centros escolares es una responsabilidad sanitaria, administrativa y presupuestaria de las consejerías competentes, la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y el INGESA».
Por ello, SATSE exige tanto al Ministerio de Educación como al de Sanidad (del cual depende el INGESA) y a las consejerías de Educación y Sanidad de Ceuta que no “tiren balones fuera” y acuerden una medida que, «sin duda, podría resultar decisiva para garantizar la salud y seguridad, no solo de los niños, niñas y jóvenes, sino del conjunto de la comunidad educativa (profesores, padres y madres, trabajadores del centro…)».
En este sentido, el sindicato recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe ‘Consideraciones para las medidas de salud pública relacionadas con la escuela en el contexto de la Covid-19’, se muestra partidaria de la presencia de profesionales de Enfermería en los centros educativos para colaborar en la lucha contra la expansión de este grave problema de salud pública que sufre el país.
“No incluir en los denominados equipos ‘Covid-19’ a una enfermera o enfermero supone un grave error, ya que su labor diaria de asistencia, cuidados, prevención, educación, formación e información al conjunto de la comunidad educativa, en base a sus conocimientos y cualificación, supondría la mejor arma para combatir al virus en los centros educativos”, añaden.
Por último, el Sindicato de Enfermería subraya que resulta «absolutamente imprescindible» que haya un equipo de personas formado, capacitado y cualificado para hacer realidad todas las medidas y actuaciones higiénico-sanitarios que se pretenden implementar en el próximo curso, ya que, en caso contrario, resultarán “papel mojado”, con las graves consecuencias que tendría para los alumnos y alumnos y el resto de la comunidad educativa.