Enfermeras y enfermeros, fisioterapeutas, pacientes y ciudadanos/as se concentran frente a la sede del INGESA en Ceuta, para rechazar la política de “brazos cruzados” de gobiernos y partidos que está provocando que la sanidad pública enferme “aún más” tras la pandemia del covid-19.
Enfermeras, fisioterapeutas, pacientes y ciudadanos se han concentrado hoy, frente a la sede del INGESA en Ceuta, para denunciar que las administraciones públicas y partidos políticos están «traicionando el interés general de mejorar nuestra sanidad pública, dejando evolucionar su grave enfermedad sin reaccionar y permitiendo, por tanto, que siga agonizando, lenta pero inexorablemente, con el consiguiente perjuicio para la salud y seguridad de 47 millones de personas«.
Convocados por el Sindicato de Enfermería, SATSE, la nueva protesta ha estado protagonizada no solo por enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, sino también por estudiantes de Enfermeria y Fisioterapia, que han querido manifestar su «absoluto rechazo a la situación de progresivo abandono y precariedad que sufre nuestro sistema sanitario tras dos años de lucha contra la pandemia del covid-19″.
Profesionales, pacientes y ciudadanos han criticado que, «una vez que el foco informativo y social no está centrado en la pandemia, las administraciones públicas y partidos no están cumpliendo ni uno solo de los compromisos realizados para que los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios de Ceuta cuenten con los recursos y medios necesarios para ofrecer una atención sanitaria digna, segura y de calidad».
Portando pancartas y reclamando “respeto y dignidad”, las personas concentradas protestaron por la política de “brazos cruzados” del INGESA que está cronificando los problemas y deficiencias que la sanidad pública ceutí ya tenía antes de la pandemia y que ahora se han agravado (listas de espera, saturación, colapsos, sobrecarga y tensión asistencial…) perjudicando a los pacientes, ciudadanos/as y profesionales.
Otro claro ejemplo, subrayaron, es el “vergonzoso” bloqueo que sufre desde hace un año y tres meses la tramitación de la Ley de Seguridad del Paciente en el Congreso de los Diputados, y que está impidiendo que la seguridad asistencial esté siempre garantizada en cualquier centro sanitario y sociosanitario gracias a una asignación máxima de pacientes por enfermera/o en condiciones de igualdad, calidad y seguridad.
Unos profesionales sanitarios que siguen sufriendo, en uno de cada tres casos, una situación laboral de temporalidad y precariedad que sigue sin resolverse y que demandan poder jubilarse anticipadamente debido a sus penosas, toxicas y peligrosas condiciones laborales, o que puedan incorporarse al Grupo A sin subgrupos, algo que ahora les niega administración central lo que les discrimina y perjudica profesionalmente.
“Mientras que al conjunto de la ciudadanía le sigue preocupando, y mucho, la situación de nuestra sanidad, como reflejan las últimas encuestas, a los responsables públicos y políticos ya no les importa nada y se enzarzan en otras polémicas y debates muy alejados del interés general, sin querer tampoco darse cuenta de que aún no ha acabado la pandemia del covid-19 y que habrá otras crisis sanitarias en un futuro”, resaltan desde el Sindicato de Enfermería.
Las concentración realizada hoy, frente a la sede del INGESA en Ceuta, se suma a las ya impulsadas por SATSE el pasado 10 y 22 de febrero, en los centros de salud y hospitales, respectivamente, y a las que les seguirán otras a lo largo de los próximos meses, dentro de su estrategia general de acciones reivindicativas y movilizaciones con el objetivo de que «las administraciones públicas y partidos políticos destinen los recursos y medios necesarios a nuestra sanidad pública y, de esta forma, se proteja el bien supremo del derecho a la salud en óptimas condiciones de bienestar, calidad y seguridad».