El Sindicato de Enfermería solicita que su incorporación a los centros educativos se someta a votación ya sea a propuesta del PP, cuyo compromiso con la enfermera escolar expresó Vivas, o por parte de los partidos políticos del arco parlamentario local que también se han mostrado favorables.
Coincidiendo con la vuelta al cole del curso 2023-2024, el Sindicato de Enfermería en Ceuta (SATSE) solicita que la incorporación de una enfermera o enfermero escolar a todos y cada uno de los centros educativos de Ceuta se eleve de manera urgente al Pleno de la Asamblea para someterse a votación.
Por segundo año consecutivo en Ceuta, el curso comienza sin esta figura sanitaria de vital importancia para la comunidad educativa que ni se ha contratado a través de los Planes de Empleo (como venía ocurriendo desde 2018 hasta el parón injustificable de 2022) ni tampoco mediante concierto entre la Ciudad y el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), tal y como planteó el Gobierno autonómico entre sus objetivos para el primer cuatrimestre de legislatura, ni a través de la Consejería de Sanidad, como propuso SATSE.
SATSE Ceuta solicita que se lleve a Pleno el tratamiento del problema de la enfermería escolar ya sea a propuesta del Partido Popular, que ya expresó su compromiso de devolverla a los colegios e institutos a través del presidente de los Populares ceutíes, Juan Vivas, o bien por parte de los partidos que forman el arco parlamentario local y que también se han mostrado favorables a la presencia de la enfermera escolar en las aulas.
Incluso a título personal, el delegado del Gobierno en Ceuta, Rafael García, trasladó a SATSE en el transcurso de una reunión oficial que le parece positivo devolver esta figura a sus puestos en los colegios e institutos de la ciudad.
Prevención y detección de problemas y conductas no saludables
Con motivo del inicio del curso 2023-2024, la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar, en la cual está integrada SATSE, ha incidido en que, además de su importante labor asistencial para atender las necesidades o problemas de salud agudos o crónicos, la enfermera escolar detecta conductas y hábitos no saludables, además de situaciones que también afectan negativamente a la salud física, psicológica y emocional de los escolares.
Los problemas de salud mental, con una incidencia cada vez mayor entre la población infantil y juvenil es un claro ejemplo. Los trastornos de la conducta alimentaria, el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias, la violencia o discriminación por razón de género, y el bullying son otros, apunta la Plataforma.
La enfermera escolar también informa y sensibiliza a la población juvenil, en colaboración con el profesorado, para evitar enfermedades de transmisión sexual u otros problemas con una incidencia en crecimiento exponencial en los últimos años.
Entornos más saludables
La Plataforma recalca que la enfermera escolar alerta y actúa ante problemas y situaciones que requieren una atención conjunta y coordinada de la comunidad educativa y de otros recursos sanitarios y sociales. “Es un agente más, junto con el equipo docente y el resto de la comunidad educativa, para prevenir y generar, en definitiva, entornos más saludables y seguros”, señala.
La Plataforma Estatal de Enfermera Escolar resalta que, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como otros organismos internacionales y nacionales, han evidenciado también los numerosos beneficios que supone contar en los centros escolares con este profesional sanitario para lograr que la infancia y adolescencia conozca mejor cómo cuidar y proteger su salud.
Por último, la Plataforma recuerda que la mayoría de las conductas y hábitos no saludables de las personas se suelen adquirir a edades tempranas, por lo que cualquier centro educativo constituye el lugar idóneo para adquirir hábitos saludables y la responsabilidad de cuidar de nuestra propia salud, lo que supone una inversión en salud a corto, medio y largo plazo.