Se han escuchado explosiones en la capital, Kiev, y en otras ciudades importantes como Járkov, lo que ha obligado a los niños, niñas y a las familias a refugiarse en sótanos y refugios antibombas
Todos los niños y niñas de Ucrania -al menos 7,5 millones son menores de 18 años- están en grave peligro de sufrir daños físicos, graves trastornos emocionales y desplazamientos tras la escalada de hostilidades de esta noche.
Se han escuchado explosiones en la capital, Kiev, y en otras ciudades importantes como Járkov, lo que ha obligado a los niños, niñas y a las familias a refugiarse en sótanos y refugios antibombas. Los padres y madres informan de que intentan calmar a los niños y niñas aterrorizados. Las temperaturas en la capital están cayendo por debajo de los 0ºC, y los niños y niñas desplazados pueden enfrentarse a largas noches y días expuestos a condiciones extremas.
En el este de Ucrania, más de 400.000 niños viven en zonas con alto riesgo de sufrir los efectos directos de la presencia de soldados y artillería, como ser heridos o muertos por armas de fuego, minas terrestres y explosivos, o ser desplazados de sus casas. Se sabe que al menos 100.000 de estos niños, niñas y sus familias ya han abandonado sus hogares desde el lunes, y actualmente se refugian en casa de amigos, parientes y desconocidos, a menudo en condiciones de hacinamiento.
Save the Children hace un llamamiento urgente a todas las partes del conflicto para que acuerden un cese inmediato de las hostilidades, con el fin de reducir el riesgo para la vida y el bienestar de la infancia. Mientras duren las hostilidades, todos los actores deben cumplir con el derecho internacional humanitario, que garantiza que los civiles y los edificios civiles, especialmente las escuelas y los hospitales, estén protegidos de los ataques. El uso de armas explosivas en zonas pobladas corre el riesgo de causar graves daños a los civiles, sobre todo a los niños y niñas, y debe evitarse a toda costa.
Irina Saghoyan, directora de Save the Children para Europa del Este, ha expresado que «los niños y niñas de Ucrania están atrapados en el fuego cruzado de esta guerra de adultos. Nunca se debería haber llegado a esto». Saghoyan añade que «nuestra preocupación más inmediata es su salud y bienestar. En un conflicto todo está sobre la mesa: muerte, lesiones, violencia sexual, riesgos de protección, etc. Los niños están aterrorizados. Oyen explosiones, se les pide que huyan solo con la ropa que llevan puesta. No se puede subestimar el impacto que tiene en su salud mental y el potencial trauma a largo plazo».
La directora declara que «también estamos muy preocupados por los desplazamientos internos y el aumento de las necesidades humanitarias. Cualquier familia que se vea obligada a abandonar su hogar necesita ayuda con el alojamiento, la comida y el agua potable. Además, estamos al final del invierno, con temperaturas regularmente bajo cero. Muchos niños y niñas que viven en esta zona de conflicto ya no tienen suficiente comida para comer o ropa para mantenerse calientes. La idea de que muchos de estos menores puedan verse obligados a encontrar refugios inadecuados en caso de desplazamiento masivo -donde estarán expuestos a la lluvia helada, el viento y la nieve- es demasiado dolorosa».
Save The Children en Ucrania
Save the Children ha estado operando en Ucrania desde 2014 entregando ayuda humanitaria esencial a los niños, niñas y sus familias. Esto incluye el apoyo a su acceso a la educación, la prestación de apoyo psicosocial, la distribución de kits de invierno y de higiene, y la entrega de dinero en efectivo a las familias para que puedan satisfacer sus necesidades básicas, como alimentos, alquiler y medicamentos, o para que puedan invertir en la creación de nuevas empresas.