Esta noche a las 00:00 horas acaba el Estado de Alarma. Tras siete meses termina la situación excepcional por la que se han podido restringir derechos fundamentales como la circulación y el panorama legal cambia completamente. Pese a que el fin del estado de alarma se ha convertido en una de las conversaciones más comunes en los últimos días, aún son muchas las personas que no tienen claro qué cambiará y como afectará este cambio a nuestras vidas. El Foro de Ceuta ha hablado con el Magistrado Ignacio González Vega y el abogado que fuera presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Basilio Fernández, para que nos expliquen cual va a ser la situación legal a partir de mañana
«Finalizado el Estado de Alarma las Comunidades Autónomas se enfrentarán, con la adopción de medidas limitativas o restrictivas para evitar los contagios a unas resoluciones judiciales que en algunos casos pueden ser contradictorias, de ahí que el Gobierno haya aprobado un Decreto Ley cuyo objetivo es unificar en el Tribunal Supremo los criterios de los diferentes tribunales superiores de justicia, teniendo en cuenta la situación epidemiológica y la presión asistencial». Así lo ha explicado el magistrado y portavoz de Jueces y Juezas para la Democracia, Ignacio González Vega a El Foro de Ceuta.
Esta decisión, la de que sea el Tribunal Supremo quien finalmente pueda decidir si una restricción es posible o no, se ha llevado a cabo con la finalidad de que no haya distinción de criterios entre los diferentes lugares. «Esta unificación en el Tribunal Supremo no solamente evita esas resoluciones que pueden ser contradictorias, sino que incluso también va a establecer jurisprudencia y en este sentido tratará de dar el camino a los Tribunales de Justicia para poder decir si son posibles un toque de queda, un confinamiento perimetral o evitar las reuniones de personas en domicilios», ha señalado.
En la actualidad, hay Comunidades Autónomas que ya están preparando leyes para continuar con las restricciones más allá del estado de alarma. Es una realidad que, en numerosas ocasiones, los consejeros de Sanidad de las diferentes Autonomías (incluida Ceuta) han solicitado más herramientas al Estado para poder continuar con las leyes que frenen la expansión de la COVID-19, algo que será posible pero que, a partir de ahora, tendrá que estar muy bien justificado, tal y como ha señalado el abogado Basilio Fernández. «Está claro que la cosa va a estar muy complicada. Tendrán que afinar muchísimo», ha afirmado Fernández, que explica que se tendrán que justificar mucho los motivos por los que se tomen determinadas decisiones.
«El Tribunal Supremo lo ha dicho en otras ocasiones, que ha decidido sobre algunas de estas cuestiones y se ha visto que hay que justificar mucho qué es lo que se está pidiendo, por qué se está pidiendo y acreditar que existe un riesgo serio actual para todo lo que se pida», ha explicado Basilio, que desde el momento en el que se acabe el estado de alarma descarta la posibilidad de que se confinen, por ejemplo, Comunidades Autónomas, aunque no descarta el cierre de determinadas zonas. «Sin Estado de Alarma tendrán que explicarle al Tribunal Correspondiente para confinar toda Ceuta, pues que toda Ceuta está contagiada. Porque en Ceuta en todos los sitios no se está igual».
Ceuta, una situación especial
No obstante, tal y como ha explicado Basilio Fernández, la situación de Ceuta y Melilla es diferente a la del resto de Comunidades Autónomas. Las Ciudades Autónomas no tienen en sus Estatutos de Autonomía capacidad legislativa, por lo que sería aún más difícil que se pudieran crear normativas en ambos territorios por parte de los Ejecutivos locales que afectaran a derechos fundamentales.
«Hay Comunidades que ya están preparando leyes autonómicas para afrontar esta cuestión, el problema es que podrían, dentro de la capacidad legislativa que tienen. Esa capacidad no la tienen Ceuta ni Melilla, que no son CCAA y por tanto no tienen capacidad legislativa en su Estatuto de Autonomía, el resto de las CCAA si lo tienen», afirma.
¿Esto qué significa? Pues que si en cualquier territorio del país ya va a ser muy difícil poder llevar a cabo normativas que afecten a los derechos que marca la Constitución Española, en Ceuta lo sería aún más, aunque con la situación en la que nos encontramos, de crisis sanitaria, no se puede afirmar nada. Volvemos a lo que habíamos señalado antes, a partir de ahora, lo más probable, es que se tomen medidas en zonas concretas, que afecten tan solo a grupos poblacionales en los que haya una mayor incidencia del virus.
¿Qué sí y qué no?
Desde el momento en el que finaliza el estado de alarma deja de ser posible restringir derechos fundamentales. Esto se traduce en que se acabó el toque de queda y los confinamientos. «Se acaba el cierre perimetral y el toque de queda restringe la libertad de circulación, que también es un derecho fundamental. Sobre el derecho de reunión aún hay dudas, es un derecho constitucional pero si hay posibilidades de que pueda causar contagios podría estar incluido», ha señalado Basilio Fernández durante su entrevista con este medio, que hace referencia a que hablamos de reuniones en lugares públicos ya que en los privados, como por ejemplo los domicilios, dejará también de ser posible establecer un número de personas.
Situación que, recordamos, podría llegar a darse siempre que esté muy bien justificada, los motivos sean realmente de peso y un Tribunal Superior de Justicia o el Tribunal Supremo lo permita.
En cambio hay otras medidas que sí que siguen vigentes más allá del estado de alarma ya que se deben a la crisis sanitaria, que no termina con el estado de alarma, sino con la inmunización de rebaño. Estas son la obligatoriedad de las mascarillas, la distancia interpersonal, los aforos o los horarios de las actividades no esenciales, entre otras. También será posible el aislamiento de positivos o contactos estrechos, como se lleva haciendo hasta ahora.
En resumen, acaba el estado de alarma pero no la pandemia, por lo que este cambio tan solo afectará a nuestras vidas en lo relativo a la movilidad, la circulación y la reunión. El resto, seguirá siendo igual mañana.