Las autoridades estadounidenses se enfrentan a una compleja operación de búsqueda tras la fuga del reo apodado el “Diablo de las Ozarks” del centro penitenciario estatal en Arkansas. El individuo, considerado altamente peligroso, logró escapar haciéndose pasar por un guardia de seguridad.
Según informaron fuentes oficiales, la fuga ocurrió durante el cambio de turno de la madrugada. Aprovechando un descuido en los protocolos de identificación, el prófugo logró cruzar varios puntos de control internos sin levantar sospechas. Hasta el momento no se ha revelado su nombre real, pero su historial delictivo y su capacidad para el engaño lo han convertido en una figura temida en la región.
Uno de los principales desafíos para las fuerzas de seguridad es la complicada orografía de los Montes Ozarks, una zona montañosa y densamente arbolada que dificulta las tareas de rastreo y vigilancia aérea. Equipos locales, estatales y federales se han desplegado en la zona, apoyados por drones térmicos y perros rastreadores.
“El terreno juega a su favor. Este tipo sabe cómo moverse y esconderse en entornos salvajes”, declaró un oficial del Departamento de Correcciones de Arkansas bajo condición de anonimato.
Las autoridades han pedido a los residentes locales que extremen precauciones, eviten salir de noche y reporten cualquier actividad sospechosa. También se ha habilitado una línea telefónica para recibir pistas anónimas que puedan contribuir a la captura.
La fuga ha reabierto el debate sobre la seguridad en los centros penitenciarios del estado y la necesidad de revisar los protocolos de verificación de identidad del personal penitenciario.
