El barco de rescate humanitario “Alan Kurdi” de la ONG alemana Sea Eye, rescató a 64 personas que viajaban en una precaria embarcación a motor, entre ellas 12 mujeres, un niño y un bebé recién nacido, el miércoles en el mar Mediterráneo; 5 de estas personas tuvieron que ser tratadas por los servicios médicos a bordo del buque.
En un comunicado la organización informa que el buque humanitario Sea Eye, con bandera alemana, es el único que encuentra en estos momentos en la zona SAR (zona de rescate) frente a las costas de Libia, con la ayuda de la organización «Watch the Med – Alarmphone» que ofrece su numero de teléfono a las personas que salen al mar intentando llegar a las costas italianas. La guardia costera de Libia fue alertada y obtuvo las coordenadas el martes por la mañana, también de «Watch the Med -Alarmphone”.
Avisos de socorro
El miércoles por la mañana, la organización alemana informó al centro de coordinación de rescate de la guardia costera libia sobre un bote de goma en peligro con 65 personas a bordo. Tras recibir el aviso de socorro, se obtuvo la posición exacta donde se encontraban las personas a través de un teléfono satélite con GPS. En la llamada informaban que mujeres, niños y un bebé estaban en peligro porque el motor había fallado.
En menos de una hora el Alan Kurdi localizó la embarcación con las personas migrantes y lanzó el bote de rescate para llegar hasta el mismo, valorar la situación, calmar a la gente y repartir los chalecos salvavidas. «Como la lancha no consiguió maniobrar y no pudo llegar a un lugar seguro, decidimos evacuar el bote de goma inmediatamente», explica Jan Ribbeck, Jefe de Operaciones de Sea-Eye. Estas personas fueron puestas a salvo a bordo del «Alan Kurdi«. Sin embargo, “el barco no es adecuado para alojar a tanta gente de forma permanente», afirma Ribbeck. Por lo tanto, el capitán ha solicitado a las autoridades competentes que les faciliten un puerto seguro lo antes posible. Se ha pedido ayuda al Ministerio de Exteriores alemán que también fue informado.
50 personas desaparecidas
Otras 50 personas continúan desaparecidas desde el martes por la mañana, según tuvo conocimiento la tripulación del «Alan Kurdi«. La organización «Watch the Med – Alarmphone» informó a la guardia costera libia a las 05:20 (UTC) de una llamada de emergencia, que a su vez transfirió al centro de coordinación de rescate libio en Tripoli, junto con las últimas coordenadas conocidas por correo electrónico, luego de que los intentos de comunicar a través de llamadas de radio fuesen infructuosos.
En las siguientes horas, el «Alan Kurdi» ofreció asistencia para la búsqueda de las personas desaparecidas a los centros de coordinación de rescate en Trípoli, Roma y Malta. Los intentos de contacto telefónico con la guardia costera libia no tuvieron éxito. Los centros de coordinación de rescate en Italia y Malta se refirieron por la tarde a que la responsabilidad de búsqueda y rescate correspondía a Libia. El barco de Sea Eye no obtuvo respuesta alguna por parte de las autoridades libias.
En cambio, Ayoub Qasem, portavoz de la guardia costera libia declaró a la agencia de noticias italiana Agenzia Nova, que no se habían recibido las coordenadas de la embarcación en peligro desde Roma. Por lo tanto, los guardacostas libios no podrían enviar barcos, si no sabían hacia dónde dirigirse. También, asegura Qasem, ha pedido a las plataformas petrolíferas de Libia que mantenga la vigilancia en las aguas cercanas donde están instaladas. En este punto, sin embargo, la organización asegura que las coordenadas ya eran conocidas por la guardia costera libia 14 horas antes.
Gorden Isler, portavoz de Sea-Eye afirma que «aparentemente, la guardia costera de Libia no actúa con la misma diligencia en la Búsqueda y rescate (SAR) que los servicios de salvamento de Europa”, y se pregunta: “¿Por qué la Guardia Costera libia espera coordenadas de Italia, si se le ha dado la responsabilidad de esta zona marítima? ¿Qué tipo de la actuación de rescate en el mar es esta, si se espera que las personas en peligro en el mar encuentren a quién poder pedir ayuda? ¿Cómo se supone que van a encontrar personas si no las están buscando?”.
“O bien Libia como socio de la UE, no puede ayudar porque no utiliza ni transmite información, o no está dispuesta a buscar activamente a personas en peligro. En ambos casos, es inaceptable transferir la responsabilidad de las vidas humanas que necesitan asistencia lo más rápido posible a sus guardacostas. Además, los correos electrónicos de «Alan Kurdi» no son respondidos. Nadie está disponible por teléfono”, concluye Isler.
Una reprobable actitud de Libia
Parece que la Guardia Costera libia es más activa en las relaciones públicas que en el rescate marítimo. El martes por la noche el periódico «The Libyan Observer» informó que la guardia costera acusa a las organizaciones humanitarias de invadir las aguas de Libia y que eso provoca que las mafias que se dedican al tráfico de personas se activen. La Guardia Costera libia pinta un escenario vendiendo que las personas migrantes van armadas, que podrían secuestrar más barcos mercantes en el futuro para llegar a Europa. De esta manera, la autoridad costera libia utiliza el caso del «El Hiblu 1» para encubrir las violaciones contra el derecho internacional marítimo. El 27 de marzo, unos cuantos migrantes obligaron a la tripulación del mercante a no poner rumbo de nuevo a Libia para desembarcar a las personas que habían rescatado. La tripulación del «Alan Kurdi» siguió las comunicaciones de radio ese día y asegura que «El Hiblu 1» rescató a los migrantes debido a que un avión de, Sofía, la fuerza naval europea llamó al carguero y anunció por radio que la guardia costera libia estaba «Fuera de servicio».
Los guardacostas libios no quieren saber nada de las embarcaciones que piden auxilio. La ONG afirma que, en el caso del bote desaparecido el pasado 23 de Marzo con 40 personas a bordo, Libia no atendió la llamada y no hay información acerca del paradero de estas personas. Los responsables de Sea Eye temen que se hayan ahogado sin ser vistos ni escuchados. El miércoles, después de solo una semana, nuevamente se está buscando a 50 personas en peligro en algún lugar al oeste de Trípoli. El equipo de «Alan Kurdi» es el único que participa en la búsqueda activamente, con el hándicap de llevar a bordo a otras 60 personas. Un avión de búsqueda podría encontrar el barco en unas pocas horas, pero no hay planes de búsqueda.
Sea Eye preocupado por la dura actitud de Italia
Mientras, el Alan Kurdi, continúa frente a las costas de Lampedusa tras el rechazo de Malta e Italia a poder desembarcar en sus puertos, actitud que no es nueva por parte del ejecutivo italiano, cuyo ministro del interior, el ultraderechista Salvini, parece haber contagiado a sus colegas de Malta. El barco alemán incluso fue etiquetado como un riesgo para la seguridad nacional, “si quieren navegar en aguas territoriales deben navegar a Hamburgo«, declaró Salvini, que no duda en responsabilizar a Alemania de favorecer a través de sus barcos de rescate la inmigración ilegal. Por otra parte la oficina de asuntos exteriores alemana se puso en contacto con los responsables de la Comisión Europea pidiéndole mediación ante la grave situación de las personas rescatadas. Italia solo ha aceptado la evacuación de dos mujeres y dos niños a través de la guardia costera italiana que se ha producido a primeras horas de la tarde de este viernes. El resto de los náufragos sigue en el barco a la espera de poder ser desembarcados en algún puerto seguro. La mayor parte de estas personas proceden de Nigeria.
La solidaridad de los pueblos, abre halos de esperanza
La ONG ha presentado una queja formal ante el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores. “Separar a las madres y los hijos de sus padres sin una razón es una separación familiar activa y una tortura emocional», señala Gorden Isler en el duro comunicado de protesta enviado hoy a la Oficina Federal de Relaciones Exteriores de Alemania. El jefe de operaciones, Jan Ribbeck, pidió a la guardia costera italiana vía correo electrónico que también evacuara a los padres de los niños lo antes posible. Sin embargo, obtuvo el “no” por respuesta como contestación a la petición formal que alegaba motivos humanitarios. Mientras tanto, 47 ciudades en Alemania, incluidas Hamburgo, Colonia y Ratisbona, se han declarado ciudades “puerto seguro”, como parte del movimiento Seebrücke. Han manifestado su voluntad de recibir personas rescatadas en el Mediterráneo.
«Pedimos al Ministerio Federal del Interior que considere recibir a las personas rescatadas por el» Alan Kurdi «, para evitar un bloqueo más prolongado en alta mar y ante el empeoramiento de las condiciones de vida a bordo». Las provisiones de agua potable y alimentos se consumirán rápidamente debido al número de personas que se encuentran en el barco entre náufragos y tripulación. «La disposición a recibir personas que casi se ahogan sería una señal importante para los socios de la Unión Europea, haciendo real la popular frase de que Europa está construida con valores dentro de un marco de entendimiento de los pueblos”, reza el comunicado emitido por el movimiento Seebrücke.