Manifestaciones en Madrid en busca de una solución
Decenas de ciudadanos marroquíes se manifestaron recientemente en Madrid frente a la Dirección General de Tráfico (DGT) exigiendo una solución a la problemática de la convalidación de su carnet de conducir. Según los acuerdos entre ambos países, la homologación de estos permisos debería ser directa, sin necesidad de exámenes adicionales.
En 2023, la comunidad de extranjeros legales en España superaba los ocho millones de personas, con el colectivo marroquí a la cabeza, sumando más de un millón de personas en situación regular. Sin embargo, su adaptación al país ha venido acompañada de diversos desafíos burocráticos, siendo la homologación de su carnet de conducir uno de los principales obstáculos.
El carnet de conducir, una herramienta imprescindible
Para muchos ciudadanos marroquíes, contar con un carnet de conducir es esencial para acceder a oportunidades laborales en España. No obstante, la barrera idiomática representa un problema adicional, ya que muchos no dominan el español ni las grafías occidentales, lo que les impide superar el examen teórico necesario para obtener un permiso español.
Como prueba de la importancia de la señalización en su idioma, la DGT ha traducido carteles al árabe en carreteras frecuentadas por ciudadanos marroquíes durante la operación Paso del Estrecho. Sin embargo, esta medida no soluciona el problema de fondo: la homologación de sus permisos.
Problemas con la convalidación
En la actualidad, los ciudadanos marroquíes pueden conducir en España de manera temporal con su carnet de origen. Sin embargo, si cuentan con residencia legal en el país, la normativa exige su convalidación, al igual que ocurre con los españoles en Marruecos.
El conflicto radica en que, aunque existe un acuerdo bilateral de convalidación directa, en la práctica muchas solicitudes son rechazadas. Esta situación tiene su origen en fraudes detectados en 2004, cuando se descubrieron numerosos carnets falsificados de Marruecos que intentaban ser homologados en España. Como respuesta, las autoridades de ambos países establecieron un mecanismo de verificación más estricto y una normativa que obliga a los conductores a obtener el carnet en el país donde residan legalmente.
También se detectaron casos de conductores sancionados en España que viajaban a Marruecos para obtener un nuevo carnet y seguir conduciendo en Europa, aprovechando que el permiso español tiene validez en todo el continente. Estas irregularidades han contribuido a la situación actual, dejando a muchos conductores marroquíes sin posibilidad de homologar su carnet.
Una preocupación por la seguridad vial
El hecho de que muchos ciudadanos marroquíes sigan conduciendo en España con su permiso de origen ha generado un problema adicional. Al no contar con un carnet español homologado, enfrentan multas de hasta 500 euros por conducir «sin carnet». Ante esta situación, han propuesto la posibilidad de realizar al menos un examen práctico para obtener el permiso español de forma legal.
En cuanto a la seguridad vial, Marruecos ha intentado mejorar sus exámenes de conducción, pero hasta hace una década se registraba un índice de aprobación del 90 %, con prácticas fraudulentas que permitían obtener el carnet mediante pagos irregulares. El país reportaba entonces más de 4.300 muertes anuales en accidentes de tráfico, una cifra alarmante.
En el caso de los camioneros, la falta de tacógrafos en Marruecos impide el control de la velocidad y los tiempos de descanso, lo que añade un factor de riesgo para la seguridad vial en España y el resto de Europa.
Un problema sin solución inmediata
A pesar de las protestas y la presión de la comunidad marroquí en España, la DGT mantiene su postura y exige el cumplimiento de los protocolos establecidos para evitar fraudes y garantizar la seguridad en las carreteras. Mientras tanto, miles de marroquíes siguen atrapados en un limbo burocrático, sin poder homologar su carnet y con dificultades para integrarse plenamente en la sociedad española.