«Mamá, dicen que muchos venían de Ceuta», claman Los Aslándticos cuando empieza a sonar la canción que rompe el silencio. El Círculo que mensualmente intenta crear un espacio de reflexión en el centro de la ciudad sigue a congregando a residentes de larga y corta duración. Hoy, memoria especial para Mohamed, el chico marroquí que murió en el Puerto la semana pasada, así como por otro joven guineano que murió cerca de Nador hace tres días por los golpes de la policía marroquí
Mes tras mes el manifiesto que se lee en el Círculo del Silencio en la Plaza de la Constitución versa sobre tragedias que cada 30 días se renuevan y recrudecen la historia manchada de sangre de las fronteras del mundo. En Ceuta resuenan los ecos de las personas que han sufrido y sufren la frontera sur en sus carnes. Este miércoles, en silencio, aguardaban compañeros de las ocho personas que fueron devueltas en caliente a Marruecos por Benzú.
Solidaridad también con el joven de Guinea Conakry muerto en una batida policial cerca de Nador. Silencio también por Mohamed, el adolescente que vivía en el Puerto y que tuvo una parada cardiorespiratoria que terminó con su vida. Es el cuarto joven migrante marroquí que fallece en poco más de un año en los aledaños de las instalaciones portuarias.
Galería de Antonio Sempere