El helicóptero que se estrelló esta semana en las afueras de Nueva York, causando la muerte de varios ocupantes, entre ellos miembros de una familia española, no contaba con sistemas de grabación de video ni de audio a bordo, según han confirmado las autoridades encargadas de la investigación.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés) indicó que la falta de grabaciones complica la reconstrucción de los minutos previos al accidente. Este tipo de equipos, aunque recomendados por razones de seguridad, no son obligatorios en todos los vuelos turísticos ni privados en el país.
Además, se ha conocido que el piloto, cuya identidad no ha sido revelada públicamente, estaba en su primer día de trabajo tras un período de descanso. Según la empresa operadora del helicóptero, el piloto seguía un sistema rotativo de diez días laborales seguidos de diez días libres. El accidente ocurrió justamente durante su primer turno después de los días de descanso.
Las autoridades continúan examinando los restos del helicóptero y las condiciones meteorológicas al momento del siniestro. También se están revisando los registros de mantenimiento y las credenciales del piloto. Mientras tanto, la comunidad española en Nueva York y familiares de las víctimas han expresado su consternación por la tragedia.
El consulado español en Nueva York ha ofrecido asistencia a los allegados de los fallecidos y colabora con las autoridades locales en el proceso de identificación y repatriación de los cuerpos.
