En primer lugar, querría volver a trasladarle públicamente, como ya hice ayer de forma personal en su casa ante su madre, viuda, hermanas, familiares y amigos, el pésame a toda la familia de Dris, militar asesinado, de tan solo 37 años, durante la madrugada del día 10 en la barriada del Príncipe .
En la noche de ayer visité la barriada para poder hablar de primera mano con sus vecinos que siguen viviendo la escalada de tensión, violencia e inseguridad en esta parte de nuestra ciudad.
Esta situación es absolutamente insostenible. No hay precedentes de la actual sensación de inseguridad que viven estos ceutíes en sus casas. La violencia es diaria y cada vez arrasa con más brutalidad por sus calles silenciadas por el miedo y las amenazas. Sin embargo, la respuesta del Gobierno de la ciudad y de la nación es inexistente.
El horror que se vive en esas calles es fruto de la dejadez que esta barriada viene sufriendo desde hace años y que, desgraciadamente, tiene como mayores víctimas a los jóvenes de la población de El Príncipe.
Es necesaria la aplicación inmediata de medidas urgentes para ayudar a los vecinos de El Príncipe, no se puede estigmatizar a una mayoría de vecinos que viven honradamente, por una minoría de delincuentes que todos reconocen y no denuncian por miedo a sus vidas. Este será el único modo de mejorar la seguridad de los propios vecinos y mejorar la seguridad en Ceuta, que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cumplan von el desempeño de sus funciones, con la ayuda necesita de refuerzos. Al mismo tiempo que los condenados cumplan las penas en su integridad.
El silencio y tratar de ignorar la insostenible situación por la que pasa la barriada, tal y como me manifestaron numerosos vecinos desesperados, no es una opción.
Además de la seguridad, los vecinos me trasladaron otras grandes preocupaciones que enfrentan diariamente para poder desarrollar su día a día familiar con dignidad, y en las que, desde Ceuta Avanza, ya nos encontramos trabajando en búsqueda de soluciones.
La responsabilidad nos obliga a posicionarnos en la enérgica condena de estos hechos y en trabajar por mejorar la seguridad de nuestros barrios y la vida de nuestros vevinos. En definitiva, trabajar por la calidad de vida en Ceuta.