Torniquetes, respiraciones, señales de alerta, prevención o identificación de minas son algunas de las cosas que han aprendido más de una veintena de profesionales de los medios de comunicación en Logroño (La Rioja), donde han una formación intensiva de cinco días en el Centro de Adiestramientos Especiales (CAE) de la Guardia Civil. El curso Hostile Environment Awareness Training (HEAT) de Seguridad en Ambiente Hostil, es una herramienta fundamental para aquellos periodistas que se vayan a desplazar a alguna zona de conflicto
Periodistas, cámaras y fotoperiodistas de diferentes medios, entre los que se encontraban TVE, Europapress, Mediaset, la Agencia EFE o El Foro de Ceuta, así como varios freelance, han convivido intensamente con los agentes del Cuerpo durante una semana en el Centro de Adiestramientos Especiales (CAE), que junto con el Grupo de Acción Rápida (GAR), forman la Unidad de Acción Rural (UAR).
Durante estos cinco días los 25 periodistas seleccionados, varios de ellos socios de Reporteros sin Fronteras, han podido aprender diferentes herramientas para sobrevivir en ambientes hostiles así como en situaciones y amenazas en los diferentes marcos en los que muchas veces trabajan los medios de comunicación.
Hablamos con Darío Álvarez de la Cal, comandante jefe de estudios del centro de adiestramientos especiales (CAE) sobre cómo nació este curso en 2013 y nos explica que «ya se estaba viendo cómo el personal diplomático y los responsables de seguridad de las empresas, que tenían intereses en países particulares con entorno hostil y con gran conflictividad social, tenían una necesidad de protección personal que la Guardia Civil ha tratado de cubrir».
Y ¿cómo lo han hecho?, pues tal y como afirma el jefe de estudios, como mejor saben: «con cursos de formación para tratar de dotar al personal que va a ir desplazado a estos sitios de una serie de técnicas, herramientas y conocimientos en temas de seguridad». Y es que, desde que la formación HEAT para civiles comenzó en el CAE imparten tres cursos al año, uno para empresarios, otro para diplomáticos y, desde el pasado 2021, un tercero para periodistas.
La primera edición del curso para periodistas fue el año pasado (2021), «fue un poco más pequeño y realmente, tanto periodistas como Guardia Civil, quedamos muy contentos de cómo se había desarrollado», algo que se pudo confirmar en la valoración de las encuestas finales, por lo que decidieron continuar con esta formación.
«Durante la semana se tiene como objetivo el facilitar al personal periodista, que por motivos profesionales deben acudir a cubrir noticias a países de alto riesgo o con gran desestabilización social, de una formación y herramientas necesarias para poder reaccionar adecuadamente en situaciones de peligro, dotándoles de conocimiento de los procedimientos básicos de seguridad, frente a riesgos específicos y mejorando sus capacidades para reducir o evitar de forma efectiva las posibles amenazas en dichos entornos hostiles, como puede ser secuestro o intentos de secuestro, controles en carretera de grupos rebeldes, atentados, usos de vehículos todo terrenos y orientación y gestión del estrés», detalla Álvarez de la Cal a este medio.
Alta especialización de los instructores del CAE
Los instructores del CAE, agentes de operaciones especiales con una alta cualificación y especialización, han impartido diversas materias, incluyendo psicología en gestión de situaciones de estrés; gestión del riesgo; riesgos y amenazas para la seguridad personal; entrenamientos ante situaciones de secuestro; dos jornadas táctico–sanitarias, cuidados y evacuación de personal bajo amenaza, primeros auxilios en ambientes hostiles; armas, minas, IEDs; navegación y orientación sobre el terreno. Además los y las periodistas, han podido conocer de primera mano las misiones y cometidos tanto del Centro de Adiestramientos Especiales como del Grupo de Acción Rápida (GAR).
Cecilia Guardati, una de las periodistas que ha recibido el curso, nos cuenta que le ha resultado muy útil: «creo que es necesario para comprender la dimensión e implicaciones de una cobertura en zonas de conflicto, ya sea como periodista freelance o si te desplazas al extranjero con el respaldo de un gran medio de comunicación. Las nociones básicas de qué equipo sanitario y de seguridad necesitamos, así como las dificultades y peligros relacionados con el armamento con el que nos podemos encontrar en nuestro camino, especialmente minas antipersonales, son importantísimas para moverse en terrenos en disputa entre grupos armados ya sean oficiales o no oficiales».
Para Víctor Fernández, fotoperiodista, este ha sido un curso muy interesante, «se nota que es gente que sabe lo que hace y que han intentado, dentro de las posibilidades, adaptar esos conocimientos táctico-militares a personal no combatiente, es muy completo y útil para nuestro trabajo en zonas de alto riesgo. Aparte de la teoría hemos podido practicar en situaciones reales todo lo aprendido, lo cual es muy interesante ya que nos ha permitido conocer un poco mejor nuestros propios límites».
«Es un acierto que una unidad como la UAR, experimentada en zona de operaciones, en diferentes escenarios y tipos de conflictos y guerras, y con una gran experiencia en territorio nacional en la lucha contra el terrorismo, de ETA hasta el yihadista, contra el narco o bandas criminales organizadas, dedique unas jornadas a instruir y formar en seguridad personal a miembros de diferentes medios de comunicación», asegura Miguel Temprano, periodista y fotógrafo.
Otro de los asistentes, Edgar Gutiérrez, ha señalado que lo que más le ha gustado ha sido «la calidad de la instrucción, es de agradecer que sean verdaderos profesionales los que te instruyan en la materia, gente con experiencia en el terreno y que han tenido que poner en práctica esos conocimientos que enseñan, creo que es algo fundamental».
El secuestro, cómo actuar para sobrevivir
Una de las experiencias más sobrecogedoras a las que se ha tenido que enfrentar el alumnado del curso ha sido a un secuestro, un ejercicio en el que han permanecido retenidos hasta cuatro horas, despojados de varios de sus sentidos. Al finalizar la instrucción se ha hecho una puesta en común de cómo los periodistas habían utilizado las herramientas y los conocimientos adquiridos durante la parte teórica, coincidiendo todos ellos en lo importante que es «mantener la calma, realizar respiraciones y darte valer ante los secuestradores».
Según Álvarez de la Cal, «este curso se adapta en todo momento a personal que no tiene una instrucción previa, no es un curso que se hace a personal que está acostumbrado a operaciones especiales, sino que se hace precisamente para grupos en que la mayoría de ellos va a ser la primera vez que vayan a sufrir o vivir estas experiencias, se adapta a este nivel, a pesar de que hay una cierta exigencia psicológica de pasar ciertas pruebas que suponen una concentración y exponerse a cosas a las que no se han expuesto antes en la vida civil, como puede ser el pasar varias horas aislados sensorialmente tanto de visión como de otras percepciones que podrían tener habitualmente».
«La simulación del secuestro fue una experiencia que nos trasladó en mente y cuerpo a un escenario sumamente delicado. La tensión, los nervios, la incomodidad física, el factor sorpresa, el estrés, el miedo, fueron emociones que salieron a la luz a pesar de saber que era una situación controlada. Vivir la experiencia y poder poner en práctica los consejos, recomendaciones y técnicas que nos brindaron los instructores es algo que puede salvar nuestra vida si llegamos a estar en un escenario real», recuerda el foto periodista Diego Radamés.
Para Guardati, «uno de los aspectos más interesantes que tiene el curso es la posibilidad de experimentar el simulacro de un secuestro, debido a que es una situación realmente difícil de gestionar y sirve muchísimo para que uno pueda conocerse a sí mismo». «Creo que coincidiré con mis compañeros en que la parte en la que se simuló un secuestro ha sido la que más nos ha marcado, fue una sorpresa y estaba muy bien organizado, aunque sabíamos que nuestros captores eran guardias civiles y que estábamos en España han conseguido que sintamos un poco lo que debe ser una situación así, el agobio, el miedo, la falta de aliento…», recuerda Fernández.
El equipo y el torniquete, siempre a punto
Otras de las cosas que se han aprendido en el curso la importancia de ciertas nociones técnico sanitarias en ambientes hostiles -Tactical Combat Casualty Care (TCCC), en su primera fase Care Under Fire (CUF)-, porque, normalmente «cuando el personal de medios de comunicación van a cubrir algún conflicto, no lo hace encuadrado con unidades militares o policiales, que tienen una logística, si no que habitualmente van solos, por lo que se ha considerado que deben tener una serie de nociones sanitarias básicas, por si les ocurre algo a ellos o a algún compañero, el poder solventarlas de cara a ganar tiempo para que esa persona no fallezca hasta llegar al hospital mas cercano, que en estas situaciones no va a ser en 10 minutos, igual tardan varias horas», asegura el comandante jefe de estudios del centro.
«Es imprescindible» afirma tajante Víctor Fernández, que explica que «para profesionales como nosotros que solemos movernos por zonas complicadas puede ser la diferencia entre volver a casa o quedarte allí para siempre. Es una profesión que muchas veces se realiza de forma demasiado precaria, los freelance trabajamos por nuestra cuenta y riesgo y normalmente no podemos permitirnos las medidas de seguridad que proporcionan los grandes medios. Este tipo de formación nos ayuda a afrontar el trabajo con mas seguridad y confianza, tanto para nosotros como para nuestros compañeros en el terreno».
Edgar Gutiérrez apunta además que «ha habido momentos en los que el curso ha sido duro, no tanto a nivel físico, sino a nivel psicológico, saben cómo crear la situación para que estes en tensión y atento al siguiente paso. Y si, estos conocimientos me servirán, creo que es importante repasarlos de vez en cuando, aunque sean las cosas mínimas, como ponerse un torniquete».
Y es que, como explica Diego Radamés, «los primeros auxilios nos cambian totalmente el concepto de supervivencia, del día a día, no solo mientras desarrollamos nuestra labor profesional sino a nivel de conocimientos generales y de entender cómo actuar en caso de experimentar cualquier tipo de situación en nuestra vida. Son conocimientos sumamente valiosos».
Miguel Temprano lo resume a la perfección: «Llegamos 25 personas y acabamos 25 compañeros y amigos gracias al buen ambiente que consiguen crear -los instructores-. Y gracias a su alto nivel de exigencia han conseguido que todos estén mucho me preparados para enfrentase a situaciones hostiles y en conflictos bélicos. Todos conseguimos ponernos un torniquete en un brazo o en una pierna en menos de 30 segundos».
Los Cursos HEAT vienen siendo impartidos desde el año 2014 por el Centro de Adiestramientos Especiales – CAE en Logroño, capacitando en ellos a personal diplomático destacado en diferentes partes del mundo, países con gran inseguridad e inestabilidad, para poder enfrentarse a situaciones de riesgo en zona hostil y poder evitar riesgos, minimizar los daños y solventarlas positivamente.