Insalubridad, basuras, animales sin controlar, insectos, olores insoportables… Un solar en calle Velarde hace las veces de vertedero para algunos vecinos. Al parecer, se trata de una propiedad privada que lleva unos diez años abandonada. Colonias de gatos descontroladas, insectos, basuras, olores insoportables… Y, por si fuera poco, vecinos incívicos haciendo de las suyas y arrojando allí incluso papeleras enteras.
Según ha comentado a este medio el presidente de la comunidad de vecinos de Velarde 5, Rafael Hernández, la Ciudad instaló una papelera justo frente al solar abandonado. Para su sorpresa, pocos días después descubrió que la papelera había sido arrancada del poste y arrojada al solar. Sin embargo, la cosa no quedó ahí. Se volvió a colocar una nueva papelera y esta vez, además de ser arrancada de nuevo, quien lo hizo se encargó también de dañar el poste de anclaje para evitar una tercera reposición. El segundo cubo de la papelera apareció, de nuevo, tirado en el solar.
Al parecer, algún(os) vecino(s) por comodidad tiraban las bolsas de basura de sus hogares en esta papelera en lugar de en los contenedores próximos destinados a tal efecto. Según le ha contado una vecina de calle Velarde a Rafael Hernández, un tercer vecino, harto de encontrar la papelera llena de bolsas de basura, es el que las arranca y las tira al solar para obligar al resto a que tire la basura en los contenedores. Un hecho que, lejos de solucionar el problema, lógicamente, lo empeora. También hay otros vecinos que alimentan a los gatos del solar, pero, luego, no recogen los envases donde dejan el alimento para los animales.
Insalubridad permanente, insectos, malos olores…
Los/as vecinos/as de calle Velarde reclaman que limpien el solar, lo fumiguen y sea desbrozado regularmente para evitar que la situación vuelva a llegar a este extremo. Además, quieren que la valla que rodea al solar sea repuesta por un muro para evitar que la gente pueda arrojar desperdicios dentro con la facilidad con la que lo hacen ahora. En este sentido, Rafael Hernández va a mantener, a título personal, una reunión con uno de los encargados de la empresa dueña del solar.
«Tenemos colonias de hormigas que se cuelan por todos los sitios. Mi casa está comida de hormigas. Por la noche también encontramos cucarachas… Tenemos que andar con mucho ojo y usar insecticidas casi a diario. Si te vas una semana de vacaciones, a la vuelta te encuentras verdaderos hormigueros en tu casa. La valla es de carácter temporal cuando el solar lleva diez años sin que nadie haga nada con él. Hay que poner un muro como tienen todos los solares en estas condiciones»