Desde el amanecer del sábado, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València se convirtió en el punto de encuentro para miles de voluntarios decididos a ayudar a los afectados por la DANA. Estos voluntarios, provenientes de diversas partes de la provincia, fueron organizados y enviados a diferentes municipios que aún no habían recibido asistencia especializada.
Teo Colombia, un estudiante de Medicina, compartió su experiencia mientras viajaba en un autobús hacia Aldaia. «Sabes lo que hay y qué vamos a ver. Si te encuentras personas fallecidas, es lo que puede pasar. Lodo, fango… eso es lo de menos, pero lo importante es de algún modo ayudar a las personas», comentó a EFE. Junto a él, Gema Estéfano, otra joven voluntaria, afirmó que tenía claro que debía ayudar.
La logística fue clave en esta operación. El centro comercial Bonaire en Aldaia sirvió como base para la distribución de los autobuses de voluntarios hacia las áreas más afectadas, como Torrent, Chiva y Catadau. Sin embargo, esta decisión generó críticas entre algunos voluntarios que preferían dirigirse directamente a las zonas más necesitadas.
Compromís, un partido político local, expresó su descontento en redes sociales, acusando al gobierno de intentar utilizar la solidaridad de los valencianos para beneficiar a grandes empresas. A pesar de las críticas, la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, explicó que los voluntarios estaban siendo distribuidos estratégicamente para maximizar su impacto sin poner en riesgo su seguridad.
Mientras tanto, en el barrio de San Marcelino, miles de vecinos se movilizaron a pie hacia las zonas afectadas, armados con escobas y herramientas. La Policía Local tuvo que intervenir para redirigir a las multitudes y evitar que interfirieran con la maquinaria pesada que trabajaba en la limpieza.
Entre los voluntarios, Esther y Carla destacaron la importancia de la colaboración comunitaria. Esther llegó con amigos para distribuirse por los pueblos afectados, mientras que Carla mencionó que, aunque fue difícil encontrar material, lograron organizarse para ayudar a una amiga cuya casa había sido dañada.
La jornada estuvo marcada por momentos emotivos, donde la solidaridad y el agradecimiento entre vecinos y voluntarios fueron palpables. Este esfuerzo colectivo demuestra la capacidad de la comunidad valenciana para unirse en tiempos de crisis y brindar apoyo a quienes más lo necesitan.