El líder de Se Acabó La Fiesta denuncia presiones en el Parlamento Europeo y sugiere que ni su partido es inmune a ellas.
Luis Alvise Pérez, líder del movimiento político Se Acabó La Fiesta, ha insinuado públicamente que dos de sus eurodiputados podrían haber sido objeto de sobornos por parte de un poderoso lobby armamentístico en Bruselas. En una reciente declaración, el dirigente alertó sobre la fuerte influencia de los grupos de presión en las instituciones europeas, asegurando que ni siquiera él se considera “indemne” ante estas maniobras.
“En Europa hay lobbies muy fuertes. No estamos hablando de cosas pequeñas. Y sí, incluso nosotros tenemos que lidiar con eso”, afirmó Alvise, en lo que muchos interpretan como una acusación velada hacia miembros de su propio partido recientemente elegidos al Parlamento Europeo.
Aunque no proporcionó nombres ni pruebas concretas, el comentario ha generado una fuerte repercusión mediática y política, tanto dentro como fuera de su formación. Algunos analistas señalan que estas insinuaciones podrían formar parte de una estrategia para marcar distancia con posibles decisiones impopulares de sus representantes en Bruselas, mientras otros lo ven como una señal de fractura interna.
La afirmación también ha reavivado el debate sobre la transparencia y la regulación de los lobbies en la Unión Europea, un tema recurrente que, según críticos, sigue sin resolverse de forma efectiva.
Desde Se Acabó La Fiesta, hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial aclarando a qué eurodiputados se refiere ni si se tomarán medidas internas ante estas acusaciones.
