¿Qué modelo comunicativo vivimos durante la pandemia de la COVID-19? Información distorsionada y surrealista difundida por los gobiernos a modo de Dalí y Buñuel [El perro andaluz, 1929]. ¡Paso a la (sur)realidad! [Bolaños Pérez]. Muchos canales (in)visibles para los pocos mandos apoyados en el brazo del sillón. ¿Y el ala mercantil, bursátil y financiera? Tampoco se le esperaba…
No pretendo ser una versión renovada de Aníbal a lomos de Ganesha cruzando Pirineos, Alpes y el Himalaya. Sin embargo, desde el cerro en el que me encuentro no denoto señales de vida más allá [ni más acá]. Muerte física, mental y espiritual. Los (H)Unos y los otros [Romanos]: Las invasiones bárbaras [Denys Arcand, 2003].
En España, nuestro cost(l)oso inquilino [regio] llegó sin llamar y se acomodó sin avisar. Siempre apoyado por saboteadores, algunos extremistas y excursionistas bronceados. Sol y playa ¡Camarero, otra ronda! -qué sí sabre yo de eso-. Hogar Parroquial. Poco importan las cáma(ra)s de terapia controladas por un desconectador:
_ ¿Terminó? [Doctor].
_Sí, muchas gracias, señor [Paciente]
_ Demasiadas paradas [cardiorrespiratorias] inútiles [susurra al oído de su colega el Doctor].
[piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii]
El exvendedor de alfombras que venía cada primavera a tocar a mi puerta cohabita desde hace un año con el ama de llaves de la casa de enfrente. Ella siempre va vestida de negro. Según se dice en el barrio, Marga [la susodicha] estudió cinco años en una universidad sureña con el objetivo de obtener un título que, finalmente, resultó tener un valor muy cercano al del papel higiénico [usado]. Ambos se ven conformes.
Hoy toca ir a conocer al cachorro de tigre que nació en el zoo. Todo un evento, ya que su padre se comió hace un año y medio a uno de sus cuidadores [justo unos días después de dejar preñada a su pareja tras un acto coital coreado por el público presente en ese momento]. Espectáculo. Sacrificio. Me paro frente al “gatito” y le miro fija y directamente a los ojos. Creo que él entiende su cautiverio a modo de libertad “asumida” [Ruje al “barrote” de cristal].
¡Zzzzzzzz zzzzzzzzz!
Consulto el mensaje que acaba de llegar a mi móvil. Unos amigos confirman que hoy me enviarán una caja de su mejor vino francés: ¡Ooh la la!