La investigadora denuncia el desamparo que sufren las mujeres migrantes supervivientes de la violencia sexual en España, durante las Jornadas Historias de Vida
Por Andrea Sánchez
Las organizaciones AIETI, Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, Fundación Aspacia e IMEDES en colaboración con el Instituto de las Mujeres han celebrado, este 29 de noviembre, la “Jornada Historias de Vida”. Durante su realización, se han desarrollado varias mesas redondas con expertas en el abordaje de las violencias sexuales contra las mujeres migrantes en España. Tania Sordo, jurista, investigadora y experta en DDHH de las mujeres, señala el avance en esta materia, sin embargo, destaca el abandono que sufren otras supervivientes que se encuentran marginadas y discriminadas.
Al inicio de la II Mesa inscrita en este acto, se han expuesto los resultados de la investigación: “Violadas y discriminadas: Protección, Atención y Justicia de las mujeres migrantes supervivientes de la violencia sexual en España”. Tania Sordo ha señalado que se trata de “un seguimiento a una investigación del 2013, para ver lo que ha pasado antes y lo que ha pasado ahora”. Además, la investigadora ha explicado los motivos por los cuales el estudio se titula de esta manera, comenzando por el término “violadas”. Este concepto no solo hace referencia a la violación sexual, sino también a la violación de Derechos Humanos que sufren estas mujeres migrantes. En cuanto a la palabra “discriminadas”, ha hecho hincapié en que se trata de una violencia condicionada por el género. Frente a este fenómeno se suma la desprotección que sufren las mujeres migrantes a la hora de solicitar ayuda a los servicios públicos.
El estudio reúne diferentes casos documentados que “reflejan algunas de las respuestas del Estado frente a estas situaciones”, destaca Tania Sordo. Además, recalca la responsabilidad del Estado de “garantizar los derechos de las mujeres, independientemente de si son mujeres racializadas, de otras nacionalidades…”. La jurista contaba el caso de una mujer que fue violada, pero debido a encontrarse en una situación administrativa irregular no solo la atendieron con faltas de respeto a su intimidad, sino que recibió un acoso constante mediante llamadas de la policía para saber en qué momento volvería a su país de origen.
Tania Sordo también relata otro caso en el que la denuncia por violación de una mujer migrante activó la sospecha y acusación de las instituciones, las cuales la culpaban de haber denunciado con el objetivo de obtener la nacionalidad española. “No obtuvo ni verdad, ni justicia, ni reparación”, señala la experta. Estas acusaciones son muy graves y hace que “España no esté cumpliendo la diligencia de vida” cuando estas mujeres están en situación administrativa irregular o son mujeres migrantes, según indica la ponente. Explica que es necesario que el compromiso por comprender los procesos migratorios y el enfoque de género vayan de la mano en estos procesos. En algunos casos documentados se han encontrado con mujeres que no han sido correctamente atendidas por los recursos de abogacía de oficio, “garantizar los derechos no se pueden dejar a la suerte”, declara la experta. Las mujeres migrantes no se pueden sentir violentadas por las instituciones, porque si no reciben su ayuda es muy probable que caigan en círculos de desprotección, como redes de trata, trabajos muy precarios, etc.
A continuación, ha intervenido Candy Zhoo, pedagoga mediadora intercultural de UNAF, quien ha hecho hincapié en la necesidad de disponer de mediadoras interculturales durante la atención a las supervivientes de violencia sexual. La ponente ha señalado la desprotección que sufren las mujeres migrantes y la falta de accesibilidad tanto en los recursos para comprender el idioma como en la incapacidad para atender a la distancia cultural que experimentan estas mujeres. “La mediación intercultural es una de las principales barreras”, señala la pedagoga. Además, ha compartido algunos sucesos que le ocurren en su puesto de trabajo, con la particularidad de su mediación con la comunidad china. Ha descrito el papel de la mujer en esta cultura destacando que “la mujer no es solo ella misma, sino que también representa la imagen de su familia. Si ella quiere denunciar es muy probable que su familia la presione para no hacerlo”. También añade: “una mujer china que haya sufrido una violación siente culpa, no se reconoce como víctima, piensa que es responsable”.
La pedagoga también ha señalado que “la mediación no es traducción”, se trata de un oficio que pretende salvaguardar las diferencias interculturales y facilitar el acceso a los servicios de ayuda y protección. Además, prioriza la formación en género que deben poseer tanto las mediadoras como las traductoras, con el fin de adquirir una sensibilización en materia de violencias sexuales y así no intimidar a la superviviente.
Por otro lado, ha intervenido Hadan Sulaman Técnica de Investigación en Médicos del Mundo, quien ejerce el activismo contra la mutilación femenina. La experta denuncia el trato institucional que en numerosas ocasiones discrimina a las mujeres migrantes y racializadas que solicitan sus servicios. Explica que el racismo impregna estas áreas de asistencia, dejando a su suerte a las usuarias. Ha señalado algunos de los casos en los que ella misma acompaña a mujeres. Ha destacado con atención una clara vulneración de los derechos de una mujer, cuyo traductor era su propio marido, acusado por ejercer violencia machista contra ella. Se trata de un caso de desprotección total, por falta de recursos de traducción e interpretación, una realidad que aún sigue sin estar cubierta por los servicios.
Finalmente, ha intervenido Natalia Tejera, abogada especializada en violencia sexual, quien ha señalado la necesidad de “cuidar al máximo la forma en la que se hace la denuncia”. Además, destaca la necesidad de recibir asistencia jurídica incluso en el momento de interponer una denuncia, para localizar los puntos clave que debe recoger el documento. Añade: “nos encontramos con mujeres a las que se disuade de no poner la denuncia, esta situación se acentúa con mujeres racializadas”. Además, ha denunciado la falta de especialización y sensibilización que presentan los juzgados que tratan violencias sexuales. También ha recalcado la falta de recursos al destacar: “si no existe dotación presupuestaria para hacer frente a todo lo previsto en la ley, no se va a cumplir su contenido”.
Al concluir las intervenciones de las ponentes se ha aportado una reflexión general al especificar la necesidad de que “el Estado tenga en cuenta los informes de las asociaciones que trabajan en esclarecer y analizar la trayectoria histórica de esa cultura en ese ámbito”. De esta forma, se dotará de la importancia que debe poseer la mediación intercultural, la traducción e interpretación y la sensibilización en género de los servicios públicos.