Alberto nos llamaba esta mañana muy agobiado y preocupado: ¿dónde puedo denunciar este mal olor que hay en el pueblo? Le he comentado que llamara al 112 para que quedara constancia.
Alcantarilla lleva sufriendo demasiado tiempo la contaminación que emiten las fábricas del polo químico cercanas. Para medir la contaminación se utilizan los parámetros del ozono troposférico, óxidos de azufre, partículas en suspensión PM-10 y PM-2,5 y los óxidos de nitrógeno, generados en gran medida por el tráfico y la combustión de combustibles fósiles en procesos industriales.
La mala calidad del aire que llevan los vecinos de este municipio respirando desde hace más de veinte años, se ha trasladado hasta el Parlamento Europeo, pero éste se ha lavado las manos como Poncio Pilatos argumentando que las competencias son de la Comunidad Autónoma, volviendo a la casilla de salida. Estos episodios están causados (supuestamente) por la empresa Derivados Químicos SA la cual está ubicada a tan solo 800 metros de Alcantarilla, en las inmediaciones de un instituto de secundaria y entre dos fallas activas.
Tenemos constancia de que esta empresa fue sancionada con 700.000 euros de multa, pero parece no haberle causado muchos problemas porque las emisiones siguen llegando casi a diario. La empresa acumula más de 1.300 denuncias por casos de contaminación.
Todo se ha estancado con la pandemia, llevamos un año y medio sin hablar de otra cosa y qué bien le viene este descanso a la administración, tanto darle tiempo al tiempo, que se nos va la vida en ello. La administración junto a los políticos a todas horas tienen la palabra “sostenibilidad” en la boca y nos preguntamos, ¿acaso saben lo que significa? Porque no la llevan a la práctica, mienten continuamente y el coronavirus les ha venido genial, sí les ha venido muy bien porque lo han aparcado todo. El pueblo no recibe respuestas, no tiene ayuda, se encuentra atado de manos y pies ante una clase política que solo piensa en su interés particular y como muestra, pongamos el caso del presidente López Miras que estaba y está más preocupado en seguir anclado a su sillón que dar soluciones a este problema o al de nuestro Mar Menor, al cual entre todos lo mataron y él solito agoniza.
Carecemos de políticas reales, el vacío con el que nos encontramos es inmenso, por lo que debemos pasar a ser actores ante tanta problemática, no nos podemos quedar cruzados de brazos a la espera de que ellos resuelvan nada, somos los que debemos pasar a la acción, ser protagonistas y parte de esas soluciones que necesitamos y que no llegan. Hay que recordar que la conducta de cada uno repercute en el destino de todos. Hay que pensar en próximas generaciones, en hijos y en nietos.