TDAH Ceuta asegura que las familias ceutíes están desesperadas ante la falta de una Unidad Mental Infanto Juvenil en los servicios sanitarios de Ceuta y reclama que se cree una para atender al «elevado número de menores de la ciudad cuentan acreditativamente con algún diagnóstico médico de alguna patología mental»
Según denuncia la asociación TDAH Ceuta, «la carencia de una Unidad Mental Infanto Juvenil en Ceuta está generando una gran desesperación y angustia entre las familias ceutíes«. Así, la asociación reseña que en Ceuta hay «un elevado número de menores que cuentan acreditativamente
con algún diagnóstico médico de alguna patología mental que no pueden
recibir el tratamiento que merecen al carecer de una Unidad Mental
específica para niños y jóvenes».
Así, TDAH Ceuta explica que «continuamente» recibe «quejas y demandas de estas familias que se encuentran solas y lamentablemente, sin respaldo
gubernamental», por lo que vuelve a insistir en la necesidad de la implantación en Ceuta de una Unidad Mental Infanto Juvenil y advierte que intentará, de nuevo, «hacer de la Unidad Mental Infanto Juvenil una realidad para nuestros hijos e hijas».
Familias desamparadas por los recursos sociales
La ausencia de una unidad psiquiátrica específica para la infancia y la adolescencia no es la única demanda de TDAH Ceuta. La asociación lamenta que «los recursos de la ciudad son limitados y para estos menores con
problemas de salud mental los recursos sociales a su alcance son
totalmente nulos«.
Igualmente, reprueba que el servicio de atención psicológica actual es «discontinuo e incluso no apto» y que «muchas familias tienen que trasladarse fuera de la ciudad para poder optar al servicio mental del que aquí carecemos, con todos los gastos que ese traslado conlleva». Además, subraya que esta circunstancia se da en «una ciudad con altos índices de pobreza y que todos estos gastos son en muchas ocasiones inasumibles por parte de las familias ceutíes«.
Finalmente, TDAH Ceuta concluye que «la especialidad en el tratamiento de menores con problemas psicológicos y mentales es primordial y se hace altamente necesario para solventar todos los problemas de desarraigo que se ocasionan si no hay un adecuado tratamiento. Es inaceptable que nuestros menores con enfermedades mentales tengan que estar recibiendo no solo un tratamiento que no es el óptimo si no que además, deben compartir habitación con enfermos mentales adultos siendo en ocasiones estos menores recluidos junto a sus familiares en sus habitaciones mientras dure el ingreso».