Con la época estival, son muchos los y las ceutíes que abandonan la ciudad autónoma para pasar sus vacaciones. Sin embargo, Ceuta ofrece un amplio abanico opciones para pasar el verano más allá de disfrutar de sus playas o del Parque Marítimo del Mediterráneo. Desde visitas guiadas a lugares de interés histórico y patrimonial, a todo tipo de actividades acuáticas y rutas por la naturaleza
La Consejería de Educación y Cultura puso en marcha el programa de visitas guiadas a lugares de interés histórico y patrimonial con el título de Conoce Ceuta. Un programa que no solo está dirigido a los turistas que llegan de la Península, sino también para que los y las caballas redescubran su ciudad. Se trata de acciones de promoción y divulgación del legado patrimonial de la ciudad con el objetivo de promover su conocimiento. Las visitas comentadas se realizan a través de un programa de lunes a domingo y que oferta unas 165 plazas por semana, en grupos restringidos a un máximo de 15 personas, que previamente deberán inscribirse y abonar un precio simbólico de dos euros, en la web de entradas y en la taquilla del Teatro Auditorio Revellín.
Baños Árabes
Los vestigios conservados corresponden a un baño medieval de medianas dimensiones que se encuentra ubicado en las inmediaciones de lo que debió ser el límite septentrional de uno de los arrabales de la medina islámica, en un espacio ocupado en época medieval de forma continuada al menos desde el siglo XI. Actualmente se conserva aproximadamente un tercio de lo que fue el edificio completo.
Museo Basílica Tardorromana
El descubrimiento de la Basílica y Necrópolis de Ceuta, supone un importarte hallazgo ya que se trata de unos de los escasos testimonios del cristianismo y de recintos basilicales en el extremo occidental norteafricano. Los restos arquitectónicos de este edificio responden al modelo de basílicas norteafricanas de planta rectangular, con tres naves y ábside central orientado hacia el sur lo que la sitúa fuera de la tipología simbólica de la orientación de las iglesias del momento (con el ábside hacia Jerusalén), aunque no es ésta la única excepción a la norma que se conocen en el norte de África.
El Abrigo y la Cueva de Benzú
Como su propio nombre indica, se trata de un yacimiento doble, ya que posee un abrigo paleolítico y, junto a él, una pequeña cueva neolítica con evidencias de enterramientos. Sus estratos permiten recorrer 250.000 años de historia, evidenciando prácticas de caza, aprovechamiento de recursos marinos, ganadería y prácticas funerarias. Veremos sus principales características e interés para la reconstrucción de la prehistoria del Estrecho de Gibraltar, valorando su importancia histórica al plantear la posibilidad de que las comunidades cazadoras-recolectoras del Paleolítico que lo habitaban pudieran pasar a Europa a través del Estrecho, además de por Oriente Medio, como se pensaba hasta ahora.
Camino de Ronda
Situado al sur del Monte Hacho, las fortificaciones enlazadas mediante un camino que se extiende desde el Fuerte del Sarchal al Castillo del Desnarigado y toma el nombre de «Camino de Ronda», pues por él hacían guardia los soldados. Este camino, que se abrió en 1719 modificando uno anterior de origen medieval tiene una longitud de 1,5 kilómetros, servía de ronda para la vigilancia de la vertiente sur del Hacho.
Fuertes Neomedievales
Tras la firma del Tratado de Paz, los reductos construidos durante la Guerra de África de 1859-60 se transforman progresivamente en fortificaciones permanentes capaces a pesar de sus escasas dimensiones de oponerse a unas tropas enemigas generalmente carentes de artillería o al menos avisar a la guarnición permanente de la Ciudad de las incursiones que se realizaban. En la actualidad se conservan únicamente seis torres y un fuerte, construidas entre los años 1860 y 1875: Fuerte del Príncipe Alfonso, y las torres de Mendizábal, Piniés, Francisco de Asís, Isabel II, Yebel Anyera y Aranguren. En esta visita conoceremos los exteriores de los fuertes de las torres de Isabel II y Francisco de Asís, así como la historia en torno a estas torres defensivas.
Yacimiento de Huerta Rufino
Yacimiento arqueológico que fue descubierto de forma casual en 1995 y que se encuentra ubicado a día de hoy dentro de la Biblioteca Pública del Estado «Adolfo Suarez». El yacimiento de Huerta Rufino se compone de parte de un barrio del siglo XIV con viviendas dispuestas siguiendo un trazado ortogonal y abandonado poco después de la conquista lusitana. Se conservan abundantes tramos de pared (algunos incluso llegan a los dos metros de altura). Las casas, tal y como expusieron los especialistas tras su descubrimiento, disponen de un patio central a cielo abierto en torno al cual se organizan las estancias.
Murallas Merinies
Se alzan sobre la orilla oriental del barranco por el que discurre el arroyo de Fez, ocupando terrenos de las barriadas de Villajovita y Pedro Lamata. Originariamente sus murallas abarcaban un perímetro de 1.500 metros que contorneaban las alturas del paraje conocido por Terrones, ocupando una superficie de más de treinta hectáreas. En la actualidad están constituidas por unos quinientos metros de lienzos de tapial de 10-12 metros de altura y 1,60 metros de grosor, de los que algo más de la mitad permanece ocultos por casas, destacando sus airosas siete torres almenadas de 16 metros de altura y los restos de la monumental Puerta de Fez.
Murallas Reales
Las Murallas Reales son el conjunto monumental más representativo de Ceuta. Se construyeron al Oeste del Istmo para proteger la ciudad y separarla del continente. Su elemento más impresionante es el Foso Real, navegable desde época de dominación portuguesa, constituye junto a la Muralla Real, el Espigón de la Ribera y los Baluartes de la Coraza, la Bandera y los mallorquines la primera línea de muralla, de época renacentista y de origen portugués. Más allá del Foso podremos disfrutar de las líneas defensivas del siglo XVII y XVIII.
Puerta Califal
La referida puerta es una de las entradas del frente oeste de la Medina mandada construir por Abderramán III en el siglo X, para después sufrir durante todo el medievo diversas remodelaciones hasta que tras la conquista portuguesa de 1415, comienza la construcción de las Murallas Reales en 1541, quedando integrada en el interior de las mismas hasta su descubrimiento.
La ciudad autónoma también ofrece un turismo deportivo con una amplia diversidad de opciones entre las que se destacan vela de crucero, vela ligera, avistamiento de cetáceos, el barco turístico ‘El Desnarigado’, submarinismo, snorkel, kayaks, pesca deportiva, natación en aguas abiertas, esquí náutico, motos de agua, foiling, waterbikes, paddle surf, etc. También contamos con el Parque Marítimo del Mediterráneo así como un sinfín de rutas por la naturaleza entre las que abarca desde la más típica vuelta al Hacho, como el Monte Anyera, la Ruta de los Fortines, los 7 fuertes y el Monte Tortuga, el Camino de Ronda o la ruta costera.