Las informaciones provenientes de medios estadounidenses sobre la decisión de la Casa Blanca de autorizar a Kiev el uso de misiles de largo alcance ATACMS han provocado una fuerte reacción de Moscú. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, acusó a la administración Biden de ‘echar leña al fuego’ y fomentar una escalada del conflicto en Ucrania.
Peskov advirtió que permitir a Ucrania utilizar armas de fabricación estadounidense para atacar objetivos dentro de Rusia podría profundizar la implicación de EE.UU. en la guerra. Esta declaración subraya la preocupación de Rusia por el aumento de la participación militar estadounidense en el conflicto.
Por otro lado, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aunque no confirmó oficialmente la autorización, mencionó en su discurso a la nación que el fortalecimiento de las capacidades de largo alcance es crucial para el ‘Plan para la Victoria’. Zelenski enfatizó que los misiles hablarán por sí mismos, sugiriendo un enfoque más estratégico en el uso de estas armas.
El diario The New York Times informó que la administración Biden ha dado luz verde a Ucrania para utilizar los misiles ATACMS, los de mayor alcance suministrados por Washington, para atacar ciertos objetivos dentro de Rusia. Según fuentes oficiales, los primeros ataques podrían dirigirse contra tropas norcoreanas que apoyan a Rusia en la región de Kursk.
En Europa, el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, expresó su esperanza de que los miembros de la UE permitan a Ucrania usar armas para atacar dentro de Rusia. Borrell argumentó que Ucrania debería poder utilizar las armas proporcionadas para defenderse de manera efectiva.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, y su homóloga holandesa, Sigrid Kaag, también se mostraron abiertos a considerar esta opción como una respuesta adecuada ante el despliegue de tropas norcoreanas por parte de Rusia. La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, calificó la decisión como una intensificación del apoyo ya prestado a Kiev.
China, por su parte, instó a ‘enfriar la situación lo antes posible’. El portavoz de la Cancillería china, Lin Jian, abogó por una solución política mediante un alto el fuego y el fin de los combates. China ha mantenido una postura ambigua, pidiendo respeto por la integridad territorial de todos los países, incluida Ucrania, mientras atiende las preocupaciones legítimas de Rusia.
Este desarrollo en el conflicto ucraniano resalta la complejidad de las relaciones internacionales y la delicada balanza de poder en la región. Con múltiples actores involucrados, las decisiones tomadas por Estados Unidos y sus aliados europeos podrían tener repercusiones significativas en el futuro del conflicto.