Una nueva agresión a dos agentes de la Policía Nacional. El escenario en este caso ha sido la Terminal 2 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Un indocumentado marroquí descargó su violencia sobre los dos funcionarios que finalmente fue reducido y fue detenido por un delito de atentado a agentes de la autoridad, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
La intervención se produjo en la Terminal 2 de Barajas el pasado 17 de abril, a media tarde. Dos policías, uno de ellos destinado en el Puesto Fronterizo y el otro en esa misma unidad, pero de prácticas, identificaron y cachearon superficialmente a una persona que estaba indocumentada.
Se trataba de un marroquí, de 45 años. En un momento dado, esta persona comienzó a forcejar con los dos agentes, que acabaron teniendo que ser atendidos por los servicios médicos del propio aeropuerto, que están en la Terminal 4.
Uno de los agentes, el de prácticas, presentaba un dolor importante en la muñeca derecha que le impide realizar completamente el movimiento normal. El otro, el policía del Puesto Fronterizo, padecía un dolor en el hombro derecho, contractura en el esternocleidomastoideo secundario, magulladuras en zona cervical al haberle tirado del pelo el agresor. También sufrió una herida de 2 centímetros en el codo derecho y dolor en la mano derecha.
Los funcionarios de la Policía Nacional acabaron deteniendo al presunto agresor por un delito de atentado contra agentes de la autoridad. Este suceso ha sido denunciado por el sindicato CEP. «También hay agresiones a los policías en aeropuertos», han advertido desde este colectivo policial.
Las agresiones a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se reproducen en múltiples puntos de España. Esta cuestión ha sido motivo de reflexión entre los sindicatos y agrupaciones que piden más medios tanto físicos como legales para afrontar el problema.Las quejas de los policías
«Una sociedad que deposita en los policías su confianza para ser protegida no puede dejarles abandonados a su suerte. Resulta escandaloso que un policía dude entre su vida y su seguridad jurídica, al pensar que por disparar a alguien que le ataca con un machete vaya a buscarse la ruina profesional y familiar», reflexiona Víctor M. Vigil, secretario general del CEP.
Desde el CEP consideran que un policía y el delincuente «no deben» estar «en un mismo plano». Según los datos oficiales que maneja este sindicato, 2022 fue el año con mayor número de delitos de atentado contra agente de la autoridad (contra PN y GC) de los últimos quince. De todos ellos, el 70% fueron contra policías nacionales.
«Nuestro catálogo de medidas para solucionar esta situación pretende restaurar el principio de autoridad, evitando la impunidad en quien agrede a un policía (y con ello, la reiteración) y adoptando diferentes medidas en ámbitos», defiende. Denuncian unas agresiones como la de este miércoles en Barajas.