En un ataque aéreo atribuido a las fuerzas israelíes, al menos tres civiles han perdido la vida y cinco cascos azules de la ONU han resultado heridos en el sur del Líbano. El ataque se centró en un vehículo que transitaba por una de las entradas de la ciudad de Sidón, una zona que ha sido testigo de intensos bombardeos en las últimas semanas.
El Ejército libanés ha emitido un comunicado acusando a Israel de atacar un automóvil cerca del puesto de control de Awali-Sidón, lo que resultó en la muerte de tres ciudadanos. Además, tres soldados libaneses que se encontraban en un puesto de control cercano también sufrieron heridas.
Las Fuerzas Provisionales de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL) han confirmado que el convoy atacado transportaba a varios de sus soldados recién llegados al sur del Líbano. Durante su paso por Sidón, un ataque con drones impactó en las inmediaciones, dejando a los cascos azules heridos. Los cuerpos de los fallecidos han sido trasladados al Hospital Gubernamental de la ciudad, aunque sus identidades aún no se han revelado.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) ha corroborado la información, detallando que las fuerzas israelíes apuntaron contra un automóvil cercano a un puesto de control del Ejército libanés. Este incidente se produce en medio de una escalada de tensiones, donde Israel ha intensificado sus bombardeos en la región.
A pesar del ataque, la ONU ha asegurado que sus cascos azules permanecerán en sus puestos, incluso cuando los bombardeos israelíes aumentan en intensidad. La comunidad internacional ha instado a todas las partes a evitar acciones que pongan en peligro a civiles y personal de mantenimiento de la paz, subrayando la importancia de resolver las diferencias mediante el diálogo y no la violencia.
Desde que comenzó la ofensiva israelí hace poco más de un año, más de 3.000 personas han muerto y más de 1,2 millones han sido desplazadas. La mayoría de las víctimas se han producido desde que Israel inició su campaña de bombardeos masivos contra el Líbano el 23 de septiembre. La situación humanitaria en la región es crítica, con miles de personas huyendo de las zonas más afectadas hacia lugares como Sidón, que ahora también se encuentra bajo amenaza.
La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, preocupada por el impacto humanitario y la estabilidad regional. Las organizaciones de derechos humanos han pedido una investigación exhaustiva sobre los ataques y han instado a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario.