El debate sobre la reforma de la financiación autonómica vuelve a escalar en el panorama político español. A las habituales discrepancias entre comunidades autónomas se suman ahora las fricciones internas en el PSOE y las exigencias de ERC, que ven en este asunto un punto clave para avanzar en sus agendas territoriales.
El Partido Popular ha aprovechado este nuevo frente para intensificar sus ataques al presidente Pedro Sánchez, sumando la “desigualdad” entre autonomías a su repertorio de críticas que ya incluía la gestión de casos de corrupción y la polémica en torno a la ley del proxenetismo.
Desde Génova, se acusa al Ejecutivo de promover un modelo “asimétrico” que, en palabras del PP, “rompe la igualdad entre españoles”. La formación liderada por Alberto Núñez Feijóo considera que Sánchez está dispuesto a ceder ante las presiones de sus socios independentistas, como ERC, en detrimento de comunidades gobernadas por los populares.
Mientras tanto, dentro del propio PSOE surgen voces discrepantes. Algunos barones socialistas, especialmente de comunidades del sur, muestran su malestar ante la posibilidad de establecer ventajas fiscales o de financiación a territorios concretos, algo que consideran injusto y electoralmente arriesgado.
El debate sobre la financiación autonómica se perfila, así, como uno de los principales puntos de tensión en el inicio del nuevo curso político, y todo indica que tendrá un papel central en la estrategia de confrontación del PP contra el Gobierno en los próximos meses.
