El Gobierno local se está planteando volver a las restricciones previas a la Semana Santa para frenar la alta incidencia de la COVID-19 en nuestra ciudad. Aunque la decisión aún no está tomada, se prevé que estas sean las medidas que se reflejen en el nuevo decreto de la Ciudad, que se publicará el viernes. Todas las restricciones se decidirán por el Comité Técnico, este miércoles
El aumento de casos de COVID-19 durante los últimos días ha hecho plantearse al Gobierno local volver a las restricciones previas a la Semana Santa, tal y como han informado fuentes de la Ciudad a El Foro de Ceuta. La decisión se está barajando y dependerá de lo que se decida durante la reunión con el Comité Técnico, fechada este miércoles.
Entre los planteamientos del Ejecutivo está la vuelta al «toque de queda» a las 22:00 horas y la disminución del número de personas que pueden reunirse a cuatro, tal y como figuraba en el decreto anterior al actual. También podrían darse nuevas restricciones en lo relativo a la hostelería.
Todo ello, si finalmente se lleva a cabo, se reflejará en un nuevo decreto de la Ciudad que se publicará el viernes y cuyas medidas entrarían en vigor el próximo lunes, fecha en la que el decreto actual deja de estar vigente.
Aumento de las restricciones que este fin de semana solicitaba Caballas, que pedía al Gobierno de la Ciudad que se aumentara la limitación horaria a las 22:00 horas, -el máximo permitido actualmente por el estado de alarma- y que se cerrara el interior de los bares, además de llevar a cabo cribados en el Puerto y Helipuerto y aumentar el control de entrada y salida a Ceuta.
Ceuta, a la cabeza del país en datos de COVID-19
Los nuevos cambios planteados por el Gobierno vienen derivados de las malas cifras que tiene nuestra ciudad en lo relativo a la COVID-19. Si hablamos de la incidencia acumulada en los últimos 14 días, Ceuta ocupa el tercer puesto del país, con una tasa de incidencia de 315 casos por cada 100.000 habitantes, tan solo por detrás de Melilla y Navarra y que supera la cifra de los 250 casos por cada 100.000 habitantes, marcada como «de riesgo extremo» por el Ministerio de Sanidad.
Si hablamos de presión hospitalaria, los datos tampoco mejoran. La ocupación de camas UCI, por ejemplo, es la segunda de España, con un 35% de camas ocupadas por pacientes COVID.