La Policía Nacional tenía abierta una investigación en relación con una red que se estaría dedicando al pase de migrantes hacia la península. Para ello utilizaban una furgoneta en cuyo interior los escondían y los conducían hasta Madrid.
Agentes de la Policía Nacional que prestan su servicio habitual en el control de documentaciones del Puerto se hallaban a las 23:30 horas realizando el control de documentaciones en la zona destinada al embarque de vehículos. A la vez registraban el interior de los vehículos que iban a embarcar en uno de los ferrys con destino a Algeciras. En ese momento detectaron la furgoneta objeto de la investigación y procedieron a su chequeo. Inspeccionaron la parte trasera del vehículo, dedicado a la carga de la mercancía y no encontraron nada sospechoso en su interior.
Seguidamente, procedieron a revisar la parte delantera. Los policías se percataron que en el panel de separación entre la parte de carga y la cabina había una puerta disimulada y que se había cerrado de golpe. Cuando volvieron a revisar rápidamente la parte trasera de la furgoneta,encontraron a tres migrantes marroquíes que momentos antes no estaban, por lo que dedujeron que habían pasado de un lado a otro.
Un modus operandi sencillo y efectivo
El modus operandi era sencillo y efectivo. Consistía en enseñar la parte posterior de la furgoneta a los agentes que hacen el control documental. Cuando finalizaban con la parte dedicada a la carga, los agentes tenían que dirigirse a la parte delantera y los migrantes pasaban por la portezuela de delante a atrás, quedando en todo momento fuera de la vista de los policías.
El conductor y el acompañante quedaron detenidos por un presunto delito de tráfico ilegal e inmigración clandestina y a los tres migrantes se les aplicó la ley de extranjería. El vehículo quedó intervenido en dependencias del Puerto. Los detenidos pasaron a disposición judicial el 31 de marzo de 2019.