Unidades de Guardacostas tunecinas han recuperado este miércoles 20 cadáveres y han rescatado a cinco emigrantes indocumentados tras el naufragio de su embarcación en el Mediterráneo frente a las costas del centro del país magrebí.
Los ocupantes de la embarcación son de origen subsahariano, según informó la Administración General de Guardacostas en su cuenta en Facebook. La embarcación naufragó a unas 13 millas de las costas de Ellouza y Sfax. La nave había salido de las costas tunecinas de Chebba, a unos 120 kilómetros al norte de Sfax, en la noche del martes, a las 23.00 hora local.
Continúa la búsqueda de desaparecidos
La Administración General de Guardacostas ha comunicado que los equipos de rescate siguen buscando a desaparecidos. El jueves pasado, el mismo cuerpo de seguridad anunció la recuperación de nueve cadáveres de inmigrantes irregulares y el rescate de 27 personas ‘en condiciones climáticas difíciles’ tras el naufragio de su embarcación.
Desde principios de año, 949 personas han muerto o desaparecido en esta ruta del Mediterráneo Central que parte del norte de África hacia Europa, según datos de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) hasta el 29 de noviembre.
Una ruta peligrosa
El Mediterráneo Central es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Miles de personas intentan cruzar cada año en busca de una vida mejor en Europa, enfrentándose a condiciones extremas y a menudo mortales. Las embarcaciones utilizadas suelen ser precarias y sobrecargadas, lo que aumenta el riesgo de naufragios.
Las organizaciones internacionales han pedido repetidamente a los gobiernos europeos y africanos que trabajen juntos para abordar las causas fundamentales de la migración y mejorar las condiciones de seguridad en estas rutas.
Esfuerzos de rescate y cooperación internacional
Los esfuerzos de rescate en el Mediterráneo son llevados a cabo por diversas entidades, incluidas las fuerzas de seguridad nacionales, organizaciones no gubernamentales y agencias internacionales. La cooperación entre países es crucial para coordinar operaciones de búsqueda y rescate efectivas.
En este contexto, la colaboración entre Túnez y sus vecinos europeos es esencial para salvar vidas y prevenir futuras tragedias. Sin embargo, las políticas migratorias restrictivas y la falta de recursos adecuados a menudo dificultan estos esfuerzos.
Conclusión
El reciente naufragio frente a las costas tunecinas subraya la urgente necesidad de soluciones sostenibles y humanitarias para la crisis migratoria en el Mediterráneo. Mientras continúan las operaciones de rescate, la comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para proteger a los migrantes y abordar las causas subyacentes de la migración forzada.