Una tragedia sacude a Laos tras la muerte de seis turistas extranjeros, quienes fallecieron por una supuesta intoxicación con alcohol adulterado con metanol. Entre las víctimas se encuentran dos jóvenes australianas, Holly Bowles y Bianca Jones, quienes perdieron la vida en circunstancias similares. Bowles falleció en un hospital de Bangkok, Tailandia, mientras que Jones murió en Udon Thani, cerca de la frontera con Laos.
La agencia de noticias estatal de Laos, KPL, ha informado que las autoridades están reuniendo pruebas y testimonios para esclarecer los hechos. El dueño del hostal donde se hospedaban las jóvenes ha sido detenido para ser interrogado, aunque él asegura que siempre adquiere bebidas de proveedores oficiales.
La ministra de Exteriores de Australia, Penny Wong, expresó su pesar por la pérdida de sus compatriotas y aseguró que el gobierno australiano colaborará con las autoridades laosianas para investigar esta tragedia. ‘Esta noche, todos los australianos llevaremos a ambas familias en nuestros corazones’, declaró Wong.
Más víctimas internacionales
Además de las australianas, una turista británica de 28 años, identificada como Simone White, también falleció por la misma causa. La Oficina de Exteriores del Reino Unido confirmó su muerte, mientras que medios británicos revelaron que White era abogada de profesión.
Las primeras víctimas fueron dos turistas danesas, según el Ministerio danés, aunque no se han proporcionado más detalles. Asimismo, el Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó la muerte de un ciudadano estadounidense, sin revelar su identidad.
Todas las víctimas habían visitado la ciudad de Vang Vieng, un popular destino turístico conocido por su vida nocturna y actividades de ecoturismo. Sin embargo, ninguno de los países ha vinculado oficialmente las muertes al metanol, aunque la policía tailandesa encontró altos niveles de este compuesto en el cuerpo de Jones.
El peligro del metanol
El metanol es un alcohol tóxico utilizado industrialmente como disolvente, pesticida o anticongelante, y no es apto para el consumo humano. Los síntomas de intoxicación incluyen somnolencia, inestabilidad, mareos, cefalea y dolor abdominal, pudiendo escalar a convulsiones, ceguera, paro cardiorrespiratorio y muerte.
Ante estos eventos, Australia y Gran Bretaña han advertido a sus ciudadanos sobre el consumo de bebidas en Laos. La embajada estadounidense también emitió una alerta, aconsejando comprar solo a vendedores autorizados y verificar posibles signos de manipulación. La falsificación de marcas de alcohol y las bebidas caseras son problemas recurrentes en Laos.