El hundimiento del pesquero Argos Georgia en las Islas Malvinas ha sido atribuido a un fallo en una compuerta del lado de estribor, según las conclusiones preliminares de la Marine Accident Investigation Branch (MAIB). Este trágico evento ocurrió el 22 de julio, resultando en la muerte de nueve tripulantes y la desaparición de otros cuatro.
La investigación en curso ha determinado que, antes del accidente, una compuerta de estribor estaba cerrada, pero descendió lentamente hasta abrirse completamente. Aunque esto podría haber sido observado por las cámaras del barco, la tripulación no pudo cerrar la compuerta una vez abierta, lo que permitió la entrada de agua al buque.
Además, las puertas internas que daban acceso al compartimento de carga estaban abiertas en el momento del accidente, permitiendo que el agua fluyera sin restricciones hacia otras áreas del barco. Esto generó una escora considerable que aumentó progresivamente, llevando al hundimiento total del barco.
La MAIB ha identificado varios problemas de seguridad en el Argos Georgia, señalando que los mecanismos para mantener la compuerta cerrada no fueron efectivos. En respuesta, la agencia ha emitido una advertencia de seguridad a los propietarios y operadores de buques pesqueros con puertas laterales, instando a realizar evaluaciones de riesgos exhaustivas.
Se recomienda implementar medidas de mitigación para reducir los riesgos en caso de fallo de una puerta lateral. También se enfatiza la importancia de mantener las puertas internas cerradas cuando haya riesgo de inundación entre compartimentos y de informar a la tripulación sobre los resultados de las evaluaciones de riesgo.
En el momento del accidente, el Argos Georgia llevaba a bordo 27 personas. Nueve fallecieron, incluidos tres gallegos, y cuatro siguen desaparecidos, presumiéndose muertos. Sin embargo, 14 personas lograron sobrevivir, entre ellas seis españoles.
Este incidente subraya la necesidad de garantizar una evaluación de riesgos adecuada y de adoptar medidas de seguridad efectivas para prevenir tragedias similares en el futuro. La comunidad marítima internacional está llamada a aprender de este desafortunado evento para mejorar la seguridad en el mar.